Ya lo expliqué en su día: el Barça habla del VAR por pura impotencia. Observemos que las quejas de Koeman conllevan el reconocimiento implícito de que el penalti a Ramos, efectivamente es penalti. Porque aquello de: “Estos agarrones pasan siempre en el área…” es afirmar que en efecto era penalti, pero “de los que no se pitan”. Y por eso, también conlleva una mentira y hay que dírselo a Koeman y a los que tiran de tópicos mentirosos para quejarse de decisiones arbitrales acertadas: No señores, no. Esos penaltis “de los que no se pitan” no existen. Son las meigas que no existen, pero haberlas haylas. O los fenómenos paranormales en los que nadie cree, pero que luego cada cual jura haber experimentado alguna vez. La mermelada obscena del programa aquel que nunca existió pero que todos afirmaron haber visto… En esa categoría de cosas entran “los penaltis de los que no se pitan”. Y es curioso que de esto se hable tantas veces y siempre lamentando que sí se hayan pitado. Que este tipo de quejas sea un cliché es la mejor demostración de que esos penaltis son, en realidad, de los que sí se pitan. Si nunca se pitaran, nunca se quejarían de que se pitan. Y si es una queja habitual, es que al menos se han pitado tantas veces como quejas ha habido. Así que, señores, no existen, no pueden existir por su propia esencia, como categoría, “los penaltis de los que no se pitan”.

Además, su reclamación, señor Koeman, es la justificación del tramposo cuando le pillan: “es que todos hacen lo mismo, pero sólo me piden seguir las reglas a mí…”. La cantinela del político corrupto o del niño que se suma al grupo de los abusones para fustigar al marginado de la clase: “como todos lo hacen…”.

Hoy, por ejemplo, usted mismo, señor Koeman, no ha visto ningún agarrón como ese en el área del Madrid, ¿a que no? Sé que no lo ha visto porque, con lo poco que lleva, ya ha llorado varias veces contra los árbitros y, sin embargo, no ha podido señalar, en sus quejas, ningún agarrón semejante en el área del Madrid. Que si lo hubiera visto, habría rajado de ello. Que ya tenemos una edad, y ya sabemos de qué va esto.

Pongamos los hechos sobre la mesa, señor Koeman: El Barça se ha encontrado a tres equipos de nivel medio-alto en lo que va de temporada y, sin que ninguno de ellos tenga el nivel del Liverpool o el Bayern, ha empatado un partido y perdido dos. Lo cual da la medida de su escuadra. El problema está en su equipo, no en el VAR.

Pero no se divisan soluciones en lontananza, porque no se puede fichar con la caja vacía y porque los Messi, Piqué, Alba, Busquets, Lenglet (¡ay Lenglet!) … actualmente no dan para más. Y eso no hay pizarra que lo arregle. Así que lo único a donde se puede apuntar es a presionar a los árbitros.

Hoy el Madrid ha intentado correr y estar serio. Este Madrid, aunque ha estado mejor que ante el Cádiz y el Shakhtar, sigue siendo peor que el del año pasado. Quizá Zidane esté intentando cambiar algunas cosas y esto esté produciendo algunos desajustes temporales… Porque no pueden haber olvidado defender como lo hacían hace dos meses. Pero el caso es que están peor. Y estando peor y teniendo los mismos problemas ante el gol que el año pasado, el Madrid le ha metido 3 al Barça a domicilio. Y no han sido más porque Neto se ha disfrazado del mejor Ter Stegen y ha hecho el partido de su vida. Que si no, habrían sido cuatro o cinco.

Pero si volvemos al tema del penalti, hay que recordar que este mismo Lenglet no ha cometido un solo penalti hoy. Ha cometido al menos dos. Sólo le han pitado uno. Y es el mismo Lenglet que la temporada pasada ya marcó con los tacos de su bota el muslo de Varane, como marcan los ganaderos a sus reses, y se fue de rositas.

No es la primera vez que Lenglet recurre al juego sucio al verse superado por los rivales. Cuando un equipo de cierto nivel le planta cara al Barça, a Lenglet se le viene el mundo encima. Hace una semana ya hubo jugadas en las que los delanteros del Geta le retrataban.

Cuando el Barça fichó a Lenglet, el francés no llamó mucho la atención. No recuerdo siquiera el propio fichaje. Sé que, en cierto momento, el Barça tenía a un tal Lenglet, que sustituía a Umtiti en el once titular. Lenglet no era un fichaje de relumbrón, pues.

Con Lenglet en la defensa, el Barça ha sido y es un coladero atrás, al que sólo salvan los momentos de calidad de Piqué (que cada vez son menos) y los paradones de Ter Stegen. Es verdad que Lenglet no puede arreglar los desastres que son en los últimos tiempos el propio Piqué (a pesar de sus ramalazos de calidad), o los exfutbolistas Busquets y Jordi Alba. O lo poco que ayuda tener a un jugador como Messi, que recorre poco más de 7 kilómetros por partido… y preferiblemente para atacar, como es obvio. Y que ya no marca aquellas cantidades de goles que eclipsaban cualquier debilidad del equipo. Y, por si fuera poco, ya no están Neymar ni Suárez. Que sí, que están Griezmann y Ansu Fati. Pero no comparemos lo que fue la MSN con lo de ahora…

Lenglet no es un desastre como defensa, pero es patente que no da para el Barça y por eso necesita hacer los penaltis que hace. Porque le viene grande la camiseta.

Quizá brillaría en un equipo del nivel del Everton, a lo James. O en un Tottenham, apoyado en el saber táctico de Mourinho, como Bale (si es que llega a brillar, cosa que dudo). Pero en el Barça, como en el Madrid, se necesitan centrales que estén entre los 10 mejores del mundo en su posición, y el Barça no los tiene. El mejor Piqué, que ya no está ni volverá, sí alcanzó ese Top, aunque tal vez por los pelos. Pero Lenglet, a mi modo de ver, ni siquiera es un aspirante al mismo.

Llegado a este punto, uno se pregunta: “¿quién pensó que Lenglet era un buen fichaje para el Barça? ¿Por qué le ficharon?” y la única explicación que encuentro me la da Cruyff. Me explico:

En su momento el Madrid fichó a un central francés, desconocido y muy joven, un tal Varane, que resultó ser uno de los mejores fichajes de la Historia y que con Ramos lleva una década formando la mejor pareja de centrales del planeta Tierra.

Cuando Varane se asentó como lo que es, el Barça fichó a un central francés, desconocido y joven, Umtiti, que era un buen central (incluso ganó un Mundial, aunque claro, secundado por el propio Varane, Pogba, Mbappe…), pero muy lejos del nivel que esperaba el Barça. Como Umtiti no resultó parecerse a Varane, el club repitió la jugada dos veces: Todibo y Lenglet.

Todibo todavía tiene 20 años y quizá algún día llegue a eclosionar en crack. Lo dudo, pero no puedo negar la posibilidad. Pero Lenglet, a día de hoy ya tiene 25 y a esa edad se suele crecer poco. Sea como fuere, Varane con 19 años ya tenía un nivel que no alcanzan ninguno de sus compatriotas en la actualidad.

Es cierto que estoy especulando, pero visto el nivel de uno y otros, creo que el Barça ha tratado de imitar la zidanada (pues fue Zidane quien lo fichó) de descubrir a Varane. Y lo han intentado por tres veces: central, francés, joven y desconocido. ¿Casualidad?

Si uno repasa la lista de fichajes de Bartomeu y su tropa desde que largaron a Zubizarreta (el que trajo Suárez y Ter Stegen), y viendo que Lenglet es de lo mejor que han traído y mira que han traído mucho (Arda, Aleix Vidal, André Gomes, Alcácer, Umtiti, Digne, Cillesen, Denis, Coutinho, Dembelé, Paulinho, Semedo, Yerry Mina, Malcom, Arthur, Vidal, los propios Lenglet y Todibo…), parece evidente que no hay una política clara de fichajes….

Así que no me extrañaría nada que el Barça tratara de fichar imitando la política del Madrid. Si el Madrid fichó a Varane, el Barça a Umtiti, Lenglet y Todibo… alguno tendrá que salir bueno. Si el Madrid fichó a jóvenes que pintan a ser cracks, como Odegaard, Valverde, Vinicius, Rodrygo… el Barça ficha a De Jong, a Trincao, a Pedri… Que alguno puede salir bueno, pero si lo haces por imitación y no porque tengas un criterio propio, lo más normal es que el plan no funcione. A la vista está lo de De Jong: 80 kilos, jugando de titular casi siempre, con tres entrenadores distintos y de momento está muy lejos de justificar su precio. O el hecho de que de todos los jugadores jóvenes del Barça el único que realmente está brillando a día de hoy es Ansu Fati. Un canterano.

Insisto, sé que es especular. Pero tengo la sensación de que es así, de que el Barça mira al Madrid y trata de imitarle, en vez de actuar con criterio propio. Pero ojo, que esto no viene de ahora, que la obsesión con lo que hace el Madrid viene de lejos. De hecho, los hijos del cruyffismo deberían saberlo. La palabra “madriditis” la inventó su padre, Johan Cruyff.

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