El caso Negreira – Barcelona F. C. sigue su curso y cada vez van saliendo más cosas que nos muestran a las claras que el club compró a los árbitros. Como dije con anterioridad, las preguntas ya no hay que hacerlas en ese sentido, el Barça es culpable fuera de toda duda. Más allá de lo que se pueda o se quiera demostrar en un juicio, dentro de esta España donde la independencia judicial es cada vez menor (no olvidemos nunca que el Barça es una institución política, más que deportiva, corrupta y con alargados tentáculos en los medios y en las instituciones).

Ahora las preguntas deben ir hacia la prensa, ¿hasta qué punto fueron cómplices los medios de comunicación? ¿Hasta qué punto alimentaron, blanquearon y escondieron la corrupción sistémica del sistema arbitral? ¿Quiénes deberían pisar la cárcel, dentro del periodismo patrio? Muchos, seguro. Aunque tendremos suerte si va alguno. Y por eso mismo no debemos olvidar lo ocurrido esta semana. Porque el relato del fútbol español y, sobre todo, la historia del Real Madrid, nos la van a seguir contando antimadridistas cómplices, entre otras cosas, del mayor escándalo de corrupción deportiva de la Historia.

Recordemos lo acontecido: A principios de este mes de Enero de 2024 se hacen públicas las declaraciones de una veintena de árbitros, con las que podemos confirmar que los Negreira (padre e hijo, pues el crimen organizado suele tener carácter familiar) influían en los árbitros, de tal modo que los que hacían las cosas bien según el criterio del Barcelona F. C. podían seguir arbitrando en Primera. Los que no, o se tenían que jubilar o perdían la categoría.

Estas nuevas informaciones apenas ocuparon espacio en la prensa deportiva. No hubo portadas hablando de escándalo, ni sesudas reflexiones de los plumillas de turno acerca del mal que se le hacía al fútbol español con tanta corrupción. Era casi una anécdota. Se hablaba, de hecho, más de lo perniciosos que eran los videos de Real Madrid TV, críticos con los árbitros relacionados con Negreira, que del propio Negreira. De la prensa catalana y barcelonista no cabía esperar más, pues trabajan al dictado del club que pagaba las nóminas del vicepresidente del CTA. Pero otra, que se disfraza de madridista o, incluso, neutral, como los diarios As y Marca, los de mayor tirada nacional, por cierto, también pasaron de puntillas por el negreirato. No era algo de lo que alarmarse. Peor era lo de Real Madrid TV, para ellos. Ni siquiera saltaron cuando el infame Cristóbal Soria reconoció haber celebrado junto a su querido Iturralde el 2-6 del Barça al Madrid. No, no es alarmante. Es más, Iturralde siguió a sueldo del Grupo PRISA como si nada. Y esto es importante: Iturralde, uno de los tipos más estrechamente relacionados con el negreirato, de los más sospechosos, sigue estando en nómina de esta multinacional. Para que veamos que aquí hay intereses que van más allá de lo meramente futbolístico. Si el interés del Grupo PRISA fuera la prensa honesta y, en cuanto al deporte, la limpieza de las competiciones, Iturralde habría sido expulsado hace meses. Pero ahí sigue, cobrando puntalemente su sueldo, que no será pequeño, visto lo que se movía en torno a los Negreira.

En este contexto, el Madrid ha ganado la Supercopa de España jugando mucho mejor que Barça y Atlético

Entonces llegamos al derbi copero que se jugará en el Metropolitano. Designan a un árbitro con el que el Atleti nunca ha perdido y este se encarga de demostrar, a la vista de todo el mundo, el por qué es un talismán para los rojiblancos. Todo tipo de acciones beneficiosas para el club del clan Gil (ya saben, carácter familiar), desde un penalti a Bellingham ignorado por el VAR y una realización que no quiso mostrar repeticiones, a un gol anulado por un fuera de juego medido en el frame equivocado y con líneas chapuceras (amén de la aplicación arbitraria del reglamento para decidir que aquello no era segunda jugada, lo que habría validado el gol), y montones de faltas pitadas al revés, o no pitadas, con la aplicación de distintos criterios a la hora de mostrar tarjetas, lo que posibilitó que el Atlético acabara el partido con 11 jugadores sobre el campo. Cosa que, con un arbitraje serio y honesto, no habría sucedido. Destaco que Bellingham se llevó una amarilla por darle un pase a Vinicius, por ejemplificar el nivel de surrealismo y despropósito al que se llegó en algunos momentos.

Un atraco de manual y sin disimulos, por resumir. ¿Qué ocurrió en la prensa? ¿Quién se hizo eco de este escándalo arbitral mayúsculo? Nadie. Silencio absoluto al respecto. Se habló de partido vibrante, épico, espectacular… Pero nada de polémica arbitral escandalosa, que es lo que realmente ocurrió. No, robar al Real Madrid no es noticia. Por muy descarado que sea el robo. Y no sale ningún Alfredo Relaño diciendo que partidos como el del Metropolitano ensucian la imagen del Atlético de Madrid. Ninguno. Es un día más en la oficina. Lo cual viene a demostrar el tipo de arbitrajes que son considerados “normales” en España.

Tres días más tarde de uno de los mayores escándalos arbitrales de la temporada (lamentablemente no podemos decir que fuera el mayor en años, no porque no fuera grave lo ocurrido, sino porque cada dos por tres nos vemos en un atraco semejante), se juega en el Bernabeu y el Madrid, que sale dormido, tiene que remontar, tirando de épica, para acabar ganando en la recta final un partido que empezó perdiendo 0 – 2. Entre medias, una mano clara, ostentosa, flagrante, dentro del área del Almería, es ignorada por el árbitro de campo y le tiene que corregir el VAR: el árbitro rectifica y pita el penalti correspondiente. Buena aplicación del VAR, que nació para este tipo de cosas. Luego, el Almería marca un gol cuya jugada empieza con un manotazo en la cara a Bellingham. Falta clara. El VAR avisa al árbitro, que termina anulando el gol. Segundo acierto del VAR, que, repito, nació para estas cosas. Cero polémicas. Todo perfectamente arbitrado con la ayuda, necesaria, del VAR. Tercera jugada, Vinicius marca, con el hombro, el gol del empate. El árbitro, en una suerte de pájara mental pita mano y anula el gol. Y hablo de pájara mental porque desde su posición es imposible que viera mano. El VAR se ve obligado a intervenir por tercera vez. El gol es legal y así debe concederlo el árbitro, que rectifica su error. Ninguna polémica. Para esto nació el VAR, que corrige la bochornosa actuación del árbitro de campo y hace justicia reglamentaria. Tres jugadas claras, no interpretables, que son correctamente arbitradas. Nadie honesto puede ponerlas en duda. ¿Y qué ocurre?

Desde el minuto uno en que acaba el partido, toda la maquinaria periodística que había silenciado el escándalo del Negreirato, la que paga a los Iturraldes y demás cómplices de corrupción, todos los que callaron como auténticas prostitutas tres días antes ante el escándalo del derbi copero, saltan ahora como perros sarnosos echando espuma por la boca y hablando de robo, de escándalo mundial, de que el VAR no debe intervenir tanto (problema que, por cierto, se soluciona con poner a un buen árbitro sobre el césped), ni en ese tipo de jugadas (¿y en qué jugadas debería intervenir entonces?), etc., etc..

Como aquello no les parece suficiente para empañar la victoria del Madrid, se inventan una supuesta agresión de Vinicius en una televisión al servicio del Barça que recogen los principales medios y, además, publican unos audios privados filtrados por el CTA directamente al Barcelona F. C., lo que más que demostrar que el VAR beneficiara al Madrid (pretensión de la filtración), lo que demuestra es que, más allá del negreirato, el contubernio CTA – Barça sigue estando presente.

Y son todos estos medios, empezando por As y Marca los que han protagonizado estos ladridos babosos y enfermizos. Tengámoslo en cuenta. Callan como putas ante los escándalos más graves, si estos perjudican al Real Madrid. Y tres días más tarde, literalmente tres días más tarde, no dudan el ladrar como perros sarnosos llamando “robo”, “escándalo mundial”, etc., a una victoria justa y limpia del club de la Castellana.

No lo olvidemos. No olvidemos lo que ha pasado. Porque luego habrá quienes crean que As y Marca son medios madridistas o que la historia del fútbol nos la narra gente neutral. No es verdad. La historia del fútbol español y, sobre todo, la historia del Real Madrid, la llevan narrando durante décadas los antimadridistas. Y no podemos dejar que esto siga siendo así. Que hasta Xavi, cuya carrera se sustentó en los arbitrajes del negreirato, y Laporta, el que más subió el sueldo a Negreira, se han sumado al carro de las difamaciones al Madrid. Unos sinvergüenzas como ellos hablando de robo… ¿Cómo podemos consentir que esta gentuza siga contando nuestra historia con total impunidad?

Nuestra historia la debemos contar nosotros y no gente corrupta que, además, nos odia. Por eso no debemos olvidar lo de esta semana. Para recordar quién quiere contar nuestra historia, lo fácilmente qué mienten y cómo no debemos dejarnos engañar por gente deshonesta, sin dignidad ni vergüenza, que no hace más que faltarnos al respeto.

Ha sido semana de la gran infamia, la desvergüenza y la corrupción periodística flagrante e indisimulada. No la olvidemos.

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