Por desgracia para los barcelonistas sensatos, el circo culé no para. Yo no sé cuándo este club pasó de ser una entidad seria a ser un circo. Quizá fue Laporta, al parecer el gran favorito a sucesor de Bartomeu, quien introdujo al Barça en esa dinámica de surrealismo en la que vive ya desde hace algunos años. O quizá ocurrió antes, con Joan Gaspart. No lo sé. Me decanto por Laporta y sus laportadas. Lo de Gaspart ha sido hasta ahora más tétrico que teatral. Más maquiavélico que pantomímico. Laporta, que también tiene su dosis de maquiavelismo, es mucho más de teatral. Con la reaparición de Laporta se refuerza la línea del teatro, los relatos míticos y la fantasía…
Pero más allá de este señor, cuyo interés para mí es mínimo, el Barça ha llegado a un punto en que todo el club está en una dinámica circense, que, la verdad, como espectáculo es bastante divertido (siempre que no seas culé, claro). Uno no sabe por dónde empezar.
¿Hablamos del numerito de “me voy a ningún lado” protagonizado por los Messi? ¿Hablamos de “cómo fichar a Neymar, sin dinero y mientras él nos denuncia una y otra vez”, protagonizado por la junta de Bartomeu, Sport, Mundo Deportivo, y algunos candidatos actuales a la presidencia? ¿Hablamos de “protestar por jugadas bien pitadas”, protagonizado por jugadores, entrenadores, exjugadores y exdirectivos? ¿Hablamos de “despedir a Setién y no pagarle el finiquito”? ¿Hablamos de “me invento que un árbitro es madridista, lo saco en la portada de Sport poniéndole a los pies de los caballos, incluso acoso a su familia y un mes más tarde reconozco que era todo mentira, pero sin que nada de esto tenga consecuencias, y sigo trabajando en Sport como si nada”? ¿Hablamos de “querer reconstruir un equipo en torno a Messi, cuando Messi ya tiene 34 años”? ¿Hablamos de «vendo a Luís Suárez pero me quedo a Braithwaite»? ¿Hablamos del cruyffismo? En fin… ¿Cuál es el numerito del que podríamos hablar?
Personalmente no he seguido ni voy a seguir mucho las elecciones del Barça, porque el Barça sólo me interesa en tanto que rival del Madrid, y porque el futuro culé está bastante claro: O al Barça le inyectan dinero desde fuera, saltándose el Fair Play financiero, o al Barça le va a tocar pasar una larga travesía por el desierto. En ese sentido, el club que fundó el señorito suizo Hans Gamper y que en sus inicios no permitía vestir la camiseta ni a catalanes, ni a vascos (ni españoles en general), el club que originó el nacimiento del Espanyol de Barcelona (que nació como el equipo de la ciudad condal en el que tenían que jugar catalanes y vascos, porque en el otro no les dejaban), el mes que un club… no depende demasiado de quién lo presida. La vía muerta por la que se ha metido, no tiene salida, esté quien esté a los mandos, si no llega alguien con mucho dinero y lo rescata. Pasándose el Fair Play financiero por el arco del triunfo, al más puro estilo del City de Pep Guardiola (número circense: «me quejo del dinero del Madrid, pero yo ficho con petrodólares»).
Más allá de eso, lo que he podido ver, lo que me ha llegado, es un grupo de candidatos a cada cual peor. Para empezar, ninguno de ellos contempla la marcha de Messi. Todos hablan de renovarle. No será fácil renovar a un jugador que cobra 100 millones brutos, con la caja vacía y las facturas sin pagar. Empezando por las de los salarios de otros miembros de la plantilla, que has negociado, a modo de préstamo, abonar en los próximos años al 3% de interés.
Por lo visto, también hay que hacer obra en el estadio. Y no para que el Camp Nou emule al Bernabeu y se convierta en un estadio futurista con las últimas tecnologías y nuevas formas de mercado… No. Tienes que hacer obra porque el estadio está que se cae.
Es sorprendente que la herencia del mejor Barça de la Historia sea la ruina más absoluta. Esto nos muestra que, entre otras cosas, la frase de “cantera contra cartera” nunca fue real. Si lo hubiera sido, ahora tendrían las arcas llenas. Y, sin embargo, ahí tenemos la ristra de fichajes y los miles de millones gastados desde la primera venida de Joan Laporta hasta el fichaje de Sergiño Dest. Pero bueno, no estamos aquí para hablar de los canteranos Ronaldinho, Deco, Eto’o o Chigrinsky.
Insisto que llama la atención cómo está el Barça después de su época más exitosa a nivel deportivo, el desastre absoluto actual. Si lo comparamos con la historia del Madrid, las llegadas de Santiago Bernabeu y Alfredo Di Stéfano elevaron al club a una categoría en la que el Madrid, con más o menos baches, se ha mantenido. La mejor época blanca posicionó al club como el referente del mundo del fútbol. Y ahí sigue. El Barça, en cambio, ha quedado al borde del abismo…
La mejor época blaugrana está dejando un solar, con lo cual uno piensa que, más allá de no haber sabido gestionar los años de bonanza, los éxitos culés se explican en gran medida porque el Barça estuvo viviendo por encima de sus posibilidades. Al final, quien más presumía de cantera era quien más tiraba de cartera. Por cierto, el Barça B también tiene su dosis de disparate. Y no hablo del gran Riqui Puig y todo el ruido que montaron él y el entorno culé, para vendernos a un jugador que no ha querido ninguno de los entrenadores de la primera plantilla. Hablo de cuando ficharon a Nolito, con 22 años, para mantener la categoría en segunda y dejarlo marchar con 25. Vaya canterano, Nolito. Y yo hablando de que Asensio con 24 años ya no tiene edad para ser considerado «joven promesa». En fin, que el circo es circo se le mire por donde se le mire.
Y lo peor de todo, para los culés, es que los candidatos la presidencia no tienen el mínimo de seriedad necesario. Salvo Benedito (suerte que los votantes no van a leerme), que por lo que le he leído me parece el único sensato.
Los otros hablan de fichajes imposibles, proyectos faraónicos (el Espai Barça) o gastan el dinero en campañas efectistas, pero vacías. O sea, puro circo. Show must go on. Es alucinante el poco nivel que hay (aunque vista la casta política de este país, tampoco se puede esperar que sea mejor en el ámbito del fútbol).
En lo que hasta Benedito se equivoca es en querer retener a Messi. Aunque él, por lo menos, no promete que pueda hacerlo. Aún así, el mero hecho de querer mantenerle demuestra que hay, en todo el entorno culé, una cierta tendencia a mirar hacia atrás y no tanto hacia delante. Melancolía por la época en que Puyol y su coraje le quitaban la pelota al rival, el capi se la cedía a Xavi e Iniesta, que la embrujaban y, con magia, se la cedían a un Messi ante cuya sola mención temblaban los defensas más duros del mundo… O algo así.
Lo inteligente sería abrirle las puertas a Leo y decirle que sólo renovará si acepta una importante rebaja salarial. Que se ponga él en la situación de interesado en que la relación continúe y no sea el club quien vaya detrás de él, diciendo: ¿cuánto quieres, nene? No sólo porque en el campo ya no rinda lo que cobra, sino porque ningún club de Europa va a pagárselo. Probablemente esto enfadará a Leo. Pero tendrá que elegir: o firmar la rebaja o irse a China (su única posibilidad de seguir cobrando por encima de su rendimiento). La relación entre el Barça y Messi, me recuerda la relación de los reyes del Renacimiento con sus cortesanas. Les construían el Palacio de Versalles, con tal de ganarse su favor y cuando ellas les decían que sí, a ellos les gustaba pensar que era por amor.
Si quieren seguir pensando que Messi juega por amor a algo que no sean los billetes, allá ellos. No conozco ningún caso de ningún millonario que no ame el dinero. Más ruina para el Barça, mejor. Suerte que esto no lo leerán los votantes culés.
Pero no nos vamos a engañar: aunque me gustaría que el Barça no volviera a levantar cabeza nunca más, estoy convencido que saldrán de esta porque encontrarán las ayudas necesarias. Desde entidades públicas o privadas, o ambas. El Barça es un elemento de propaganda muy importante para cierta gente. No lo dejarán caer. El mismo motivo por el que deseo verlo caer, es el motivo por el que no caerá. Triste paradoja.
Quizá por eso da igual a quién tengan de presidente. Serán otros los que pongan dinero desde fuera. Sobre el Fair Play financiero no hay por qué preocuparse. El TAS lo reventó cuando decidió levantar la sanción de dos años sin jugar la Champions al City, pero le multó económicamente. O, lo que es lo mismo, reconoció el delito (de ahí multa), pero le perdonó la pena.
Ojalá me equivoque y el principal rival del Madrid en la próxima década sea el Atleti. Y que los putos amos de las ruedas de prensa (como diría su idolatrado Pep) y los relatos fantásiticos, se dediquen a recordar un equipo que fue mucho, pero no tanto como en sus cuentos de hadas y dragones. No obstante, mientras el Barça dé más espectáculo fuera del campo que dentro de él, yo contento.
PD: Me quedo con las ganas de hablar de Pep Guardiola y la legión de periodistas que le endiosan bajo la máxima de: «Gane o pierda, el mejor entrenador del mundo es Pep Guardiola». Aunque, por otro lado, tampoco me interesa tanto este señor.