Siempre he defendido a Zidane, pero la segunda derrota ante el Sharkhtar, después de las del Cádiz, el Valencia y el Alavés, con Marcelo, con Isco, o con ambos sobre el campo, me llegaron a desesperar. Y escribí que debías dimitir.

Sin embargo, el regreso progresivo de algunas piezas clave (primero Casemiro, luego Ramos, después Carvajal, finalmente hasta Valverde ha saltado al campo…), más buen hacer de Zidane, han dado la vuelta a la situación cuando el equipo se enfrentaba a los peores rivales posibles, en el peor momento posible. Y sin margen de maniobra.

El Madrid vuelve a estar vivo en Liga y ha acabado primero en un grupo de Champìons que tenía más complicación de la que a priori podíamos pensar (no obstante, ha sido el Inter, el que ha terminado último).

Mi mayor crítica era que abusara de Isco y Marcelo. Y en el saco metía a Marco Pase-Atrás Asensio. Pero lo cierto es que ni Isco, ni Marcelo están jugando mucho. Todo lo contrario, su presencia es anecdótica y, probablemente, a medida que se vacíe la enfermería, más anecdótica será. Lo que ocurre es que, cuando salen, el cantazo es tan grande, se nota tanto, que parece que juegan más veces de las que lo hacen.

De Asensio me quejo ya menos. Primero porque el balear no aporta casi nada, pero al menos no estropea tanto como los otros, a pesar de que su mayor talento es encontrar fórmulas para terminar pasando la pelota hacia atrás, incluso en jugadas en las que es más fácil (y no sólo necesario) intentar algo hacia adelante. Y, en segundo lugar, el señor Pase-Atrás en realidad cada vez juega menos. Ya ha perdido la titularidad y es más un recambio del minuto 80, que otra cosa. Y si Hazard deja las lesiones atrás, probablemente perderá jugará menos aún. A menos, claro está, que empiece a mirar hacia delante. Pero si en todo este tiempo no lo ha hecho…

Zidane es más lógico y predecible de lo que nos pensamos. Ante el Atleti hasta era fácilmente predecible su 11 titular. Y, además, habla más de lo que nos pensamos. Parece que en las ruedas de prensa nunca dice nada interesante, pero es todo lo contrario. Su preocupación es que sus jugadores (los internacionales al menos) no paran de jugar partidos, ora Liga, ora Champions, ora amistoso de selecciones, ora una competición nueva de la UEFA… Y esto lo ha expresado muchas veces. Así que rota. Y confía en todos. En unos más que en otros, lógicamente, pero al final todos tienen su oportunidad. Es lo que expresa en las ruedas de prensa y es lo que hace. Por eso, aunque pocos, Isco y Marcelo tienen minutos.

A tenor de esa lógica quedan respondidas muchas preguntas. Una, por ejemplo, podría ser: ¿Por qué en sus rotaciones no entra Benzema? La respuesta: Pues porque, aparte de ser el jugador que te genera de un modo u otro el 50% de los goles, aparte de que Mariano no se le puede ni comparar y de que Jovic no termina de rendir… Benzema sí para de vez en cuando: Su selección no cuenta con él. Así que en la lógica de Zidane, Benzema sí tiene descansos, aunque él no se los dé. Una lógica tan evidente y explícita que ni nos damos cuenta. Porque nos gusta descifrar insinuaciones, más que escuchar afirmaciones.

En este alarde de sensatez, Zidane saca al mejor 11 posible ante los mejores equipos. Y trata de dejar las rotaciones para los partidos ante rivales teóricamente menores. Este año, las rotaciones no funcionan y se nota. Además, Zidane ha dicho muchas veces que lo importante es la intensidad, por encima de la táctica. Que si corren lo mismo que el rival, la calidad de sus jugadores marcará la diferencia… Y efectivamente. Un equipo desmotivado y desconcentrado, sin intensidad, se marca el esperpento del Valencia… Luego se pone las pilas y gana del tirón a Sevilla, Borrusia M. (no me pidáis que lo escriba entero) y Atlético de Madrid. Y sin encajar un solo gol. Nada que no se pueda explicar desde las palabras de Zidane.

El Madrid, a día de hoy, sigue vivo en todas las competiciones, tras superar un calendario de vértigo y tras una plaga de lesiones. Y ha ganado a los tres principales rivales ligueros de la última década, Barça, Sevilla y Atlético.

Además, ha conseguido que nadie (nadie con dos dedos de frente, quiero decir) discuta la importancia de Lucas Vázquez en este equipo. Y que Nacho vuelva a jugar bien. Y que Rodrygo y Vinicius, aunque con altibajos, sigan creciendo. Y que Modric juegue a su mejor nivel y eso son palabras mayores.

En fin. Como de costumbre, Zidane, tú tenías razón. Perdón.

Deja una respuesta