Aún no se ha confirmado, porque aún no ha terminado la temporada y hay que ver cómo la acaba, pero la explosión goleadora de Vinicius ha llamado la atención a propios y extraños.

Todos los análisis que hacían los expertos y los “expertos” eran iguales: “Vinicius nunca será un gran goleador, pero si mejora su acierto de cara al gol, será un gran jugador…”. Calculábamos que una buena temporada de Vinicius podrían ser 15 goles y 15 asistenciasx y, si el chico llegaba a cifras semejantes, ya se podría dar con un canto en los dientes.

De hecho, ese sería prácticamente el nivel de Hazard… en su época buena, claro. El Hazard del Chelsea, considerado uno de los grandes futbolistas del panorama mundial. Unos dicen que un top cinco, otros que un top tres… Algo de lo mejorcito. Un tipo con conducción de balón, regate y, sin ser un gran goleador, con goles de cuando en cuando. Un tipo que desbarata defensas y condiciona partidos. “Pero nunca un gran goleador…” Ese era el latiguillo.

Hasta ahora Vinicius ha sorprendido a todos. Sus cifras en estos momentos son de 15 goles y 10 asistencias en 30 partidos, entre todas las competiciones. Si acaba el año jugando 18 partidos más (el Madrid tiene que jugar 19 o más, pero con 18 nos salen las cuentas más fácilmente), el promedio actual de Vini le llevaría a alcanzar los 24 goles y 16 asistencias entre todas las competiciones. Yo no sé en qué planeta a un tipo que hace 24 goles en una temporada, sin tirar penaltis ni faltas, puede arrastrar la etiqueta de que no tiene gol. Y es ahí donde quiero llegar.

Porque el hecho de que Vinicius tenía madera de crack era algo indiscutible. Desde el primer día demostró una capacidad extraordinaria para desbaratar defensas rivales. Pero llegaba a plantarse delante del portero y disparaba a la grada. O se resbalaba en el último momento, o lo que fuera… Pero el balón no entraba. O, si entraba, lo hacía de carambola… Pero al chico se le hacía un mundo el remate final… Y eso nos llevaba al “nunca será un gran goleador”.

Cuando se analiza a jugadores, se dice “este tiene gol” o “este no tiene gol”, en función de los goles que hace. Pero no nos fijamos realmente en todo lo que se necesita para marcar goles. Y, lo fundamental y más difícil de conseguir con regularidad, es rematar dentro del área. Sí, vale, se puede marcar goles desde lejos. Pero los grandes goleadores marcan casi todos sus goles dentro del área. Porque lo primero de todo es ser capaz de rematar desde posiciones donde el gol es estadísticamente probable. Luego, si uno es capaz de rematar desde esas posiciones con relativa frecuencia, dependerá únicamente de su porcentaje de acierto el que acabe haciendo buenos números o malos números. Pero lo más difícil ya lo habrá hecho: lograr remates en zona de peligro.

Toda la táctica de la pizarra de los entrenadores: Los esquemas, las jugadas ensayadas, todo el trabajo grupal de los entrenamientos… tiene un objetivo: que tu equipo remate en zonas de peligro más veces que el equipo rival. Luego, aparte, se entrena a los jugadores en mejorar sus características individuales. Pero eso es aparte, eso no depende de “la pizarra”. La pizarra tiene el objetivo de hacer que tú llegues a rematar en zona de peligro y el rival no. Punto. Ahí se acaba todo lo relacionado con la táctica. Todos los análisis sesudos de Álvaro Benito se enfocan a explicar cómo ciertos equipos ponen a sus jugadores en ventaja o desventaja para lograr tales situaciones o evitarlas… Todo el análisis acerca del juego de un equipo se centra en eso.

Y esto es lo que me hace pensar: ¿cómo no vimos venir a Vinicius? ¿Por qué nos costaba tanto arriesgarnos a afirmar que podía ser un gran goleador? Aún no lo es, pero está camino de serlo. Afirmar, hoy en día, que Vini puede ser uno de los mejores goleadores de la próxima década, con permiso de Haaland y Mbappe… hoy en día no es un riesgo. Hoy en día es fácil decirlo. Pero en verano… en verano no se atrevía ni el tato a afirmar semejante cosa.

Es curioso que, hasta la explosión de esta temporada, todos soliéramos decir que “Rodrygo tiene más gol que Vinicius…”, cuando tampoco es que el compañero se hubiera desmelenado… Es cierto que Rodrygo había impresionado con sus primeros partidos. Debutó marcando un golazo. Al poco tiempo hizo su primer hat-trick, y lo hizo en Champions… Pero ya está. Desde que aterrizó en España, el chico nunca ha hecho goles con regularidad. Sin embargo, su depurada técnica, y ciertos detalles que dejan asomar un talento descomunal, nos llevaban a pensar que el chico, al revés que su compatriota, llevaba el gol en la sangre. Y lo cierto es que no. Puede que un día rompa en goleador, pero a día de hoy… En su primer año marcó 9 goles en 1.700 minutos. No está mal, un gol cada 190 minutos, pero tampoco como para afirmar que es un gran goleador. La temporada siguiente hizo sólo 2 goles en 1.300 minutos. Bastante flojo. Esta temporada lleva un promedio semejante: otros dos goles en 1.200 minutos. Pero decimos que Rodrygo tiene gol.

De Vinicius decíamos lo contrario. “No tiene gol”. Sus números eran, claramente, peores que los de Rodrygo. Pero tenía una cosa que Rodrygo no tiene: ocasiones claras. Vinicius tenía ocasiones claras con relativa frecuencia. La misma facilidad con que se iba de sus rivales y se plantaba ante el portero, era la misma facilidad que tenía para pifiarla en el remate final. Sin embargo, Vinicius hacía lo más difícil. Lo que no está haciendo Rodrygo. Lograba rematar desde posiciones de peligro. Y por eso sus fallos eran tan estrepitosos y desesperantes. Pero tenía ocasiones y muchas y muy claras. Por eso era evidente que tenía potencial para ser un gran goleador, no un gran jugador, un gran goleador. Era completamente evidente. Nuestro análisis sobre que nunca sería un goleador se limitaba a sus estadísticas. No a lo que mostraba en el campo. Porque en el campo demostraba que era capaz de hacerlo casi todo para marcar goles. Sólo le faltaba una cosa. La misma cosa que este año ha mejorado: un mejor porcentaje de acierto en el remate. Sólo le faltaba eso, y no lo vimos venir. ¿Por qué?

PD: Rodrygo me parece un talento fuera de lo común. Aún no ha explotado, pero creo que puede explotar en cualquier momento y convertirse en otro crack. La posibilidad está ahí. Lo aclaro porque en mis referencias podría parecer que el chico no me gusta, cuando es todo lo contrario. Y es precisamente porque considero que tiene madera de crack, que lo he comparado con Vinicius.

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