Siempre es refrescante que, en fútbol, un equipo de los pequeños se crezca y plante cara a los grandes. Automáticamente se genera simpatía y admiración. Y si esto es acompañado de un fútbol alegre y vistoso, la fiesta resulta perfecta. Pero… ¿41 puntos del Girona en 16 jornadas es algo real? ¿Es correcto aplaudir acríticamente o deberíamos preguntarnos sobre lo que está ocurriendo?

Recordemos otros casos de pequeños que se crecieron y lograron gestas:

El primero que se me viene a la cabeza es el Deportivo de la Coruña. Un histórico cuya trayectoria había transcurrido entre la Primera y Segunda divisiones del fútbol español. Tras ascender a primera en la temporada 90-91, en la 91-92 salvó la categoría en los partidos de la promoción, ganando al Betis. Hasta aquí nada extraño. Lo habitual en su historia.

Pero resulta que, en aquel tiempo, un decreto del Gobierno, obliga a convertir a todos los clubes que tuvieran números rojos en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Por supuesto, el Deportivo era uno de los que se transformaron en SAD. Al año siguiente ficharon, entre otros, a un tal Bebeto, que se convertiría al instante en una estrella.

Bebeto se infló a marcar goles, 29 en Liga, y se llevó el Pichichi en su primera temporada. La 92-93. El Deportivo de la Coruña quedó 3º, tras empezar el campeonato en lo más alto de la clasificación. Ahí nació el Superdépor: un equipo que durante años luchó contra los grandes del fútbol español. Ganaron una Liga, dos copas del Rey, quedaron cuatro veces segundos en el campeonato de la regularidad y otras tantas terceros. En aquella temporada de génesis, marcaron 67 goles y encajaron 34. Hicieron 54 puntos, pero, por aquel entonces, las victorias todavía valían dos. Con la forma de puntuar actual habrían sido 76.

Y si nos vamos a la temporada que ganaron el campeonato, la 99-2000, Bebeto ya no estaba. Pero había otro delantero espectacular, Roy Makaay, que hizo 22 goles y ni uno solo de penalti. Hicieron 69 puntos (ya se sumaban tres por victoria), marcaron 66 goles y encajaron 44. El Dépor era por entonces un equipo consolidado. En realidad, no sonaba a sorpresa que luchara por el título. Además, era una época de máxima igualdad en el fútbol español. ¡Ni siquiera llegaron a los 70 puntos y se proclamaron campeones! ¡Con 11 derrotas!

Otro ejemplo que se me ocurre es el del Leicester City, campeón contra todo pronóstico de la Premier en la temporada 15-16. Dos años antes, habían arrasado en el equivalente a la segunda división inglesa, haciendo 102 puntos.

El reparto económico por derechos de televisión en la Premier no sólo es mucho mayor que el de la Liga española, sino que está más igualado y, además, al recién ascendido se le da una millonada especial para que pueda ser competitivo contra los más grandes. Actualmente está en 170 millones de libras. Además, hay un fijo de 135 millones que se lleva cada participante, al que se le suman variables según la clasificación y otras cosas. Pero el grueso son esos 135 millones fijos.

Así que la situación de los equipos pequeños de la Premier de cara a competir contra “sus” grandes, es mucho más favorable que la de los pequeños de la Liga contra “los suyos”.

Con todo esto, el Leicester hizo 81 puntos, marcando 68 goles y encajando 36. Fue, además, la mejor temporada de su delantero Jaime Vardy, que marcó 24 goles en el campeonato. Por otro lado, ese año coincidió que ninguno de los grandes de la Premier hizo una temporada buena. El Arsenal, segundo clasificado, apenas llegó a los 71 puntos. El trono estaba vacío, por así decirlo, y el Leicester lo aprovechó, de modo semejante al Depor de la 99-2000.

Algunas coincidencias entre el Superdepor y el Leicester campeón: Coyuntura económica que, aunque no iguala los presupuestos de los grandes, sí que permite una buena configuración de plantilla. El trono vacío: ninguno de los grandes domina demasiado, más bien están en crisis de juego y resultados. Delantero estrella: Ya sea Bebeto, Makaay o Vardy, hay un delantero estrella que hace más de un 30% de los goles. Producción goleadora buena, pero moderada: ninguno de estos equipos alcanza los 70 tantos en la temporada. Defensivamente ni brillantes ni débiles: El equipo de Bebeto encajó 34 goles, el de Vardy 36, sólo el de Makaay se fue por encima de los 40 (44) goles encajados. Puntuaciones buenas, pero sin récords: El Leicester superó por los pelos la barrera de los 80 puntos. El Depor se proclamó campeón sin llegar a los 70 y en su irrupción hizo el equivalente a 76.

Nada de esto es aplicable al Girona en estos momentos. Veremos si el equipo se desinfla o no, pero, por lo pronto, la situación es extraña.

Para empezar, la única coyuntura económica favorable que tiene el Girona es la inversión del City Football Group, que son los dueños del Manchester City. Pero, más allá de la inversión, el límite salarial (que es el que marca cuánto puedes fichar y gastar en salarios), es el 13º del campeonato, con 52 millones. Mucho más cercano al menor, el del Alavés, con 31, que al del Madrid, que sobrepasa los 700, o los de Atlético y Barça, con más de 250. Por tanto, no hay coyuntura económica demasiado favorable.

En cuanto al trono vacío: Pasadas 16 jornadas, el Real Madrid tiene 39 puntos y el Barça 34. El Atlético iguala al Barça, pero con un partido menos. Esto significa que proyectan 93 puntos, 80 y 86, respectivamente. Es decir, no hay trono vacío. A menos que descabalguen (y no pinta que vaya a ocurrir), los tres grandes harán los números que se espera de ellos. Salvo, tal vez, el Barça, que ahora mismo está en el alambre. Pero, ojo, todavía no se ha descabalgado. En definitiva, no sólo no hay trono vacío, es que está lejos de haberlo.

Sobre el delantero estrella: El máximo goleador del Girona es Dovbyk, un desconocido hasta la fecha, que llega con 26 años procedente de ligas muy menores. Lleva 8 goles en 16 jornadas, lo que proyecta 19 en todo el campeonato. Buena cifra, pero algo inferior a los 22 de Makaay en su día y bastante lejos de los 24 y 29 de Vardy o Bebeto. Además, hay que incluir que uno ha sido de penalti, por lo que para compararlo con Makaay habría que quitarlo y la proyección se quedaría en 17. Ya es mayor distancia. Por otro lado, el holandés ya llevaba un par de años jugando en la Liga, en el Tenerife, antes de fichar por el Depor. Y antes del Tenerife estuvo en la Eredivisie, que, sin ser una de las cinco grandes ligas, no es tampoco la ucraniana, de donde procede Dovbyk. Y después del Depor estuvo en el Bayern. No parece que la carrera del delantero del Girona vaya a ser comparable. Con esto quiero poner de manifiesto que, aunque Dovbyk lo está haciendo bien, no es un delantero comparable a los otros mencionados. Además, está haciendo el 21% de los goles de su equipo, muy por debajo del porcentaje que hicieron los otros. En definitiva: hasta el momento, el Girona no tiene un delantero estrella. A día de hoy, Dovbyk está lejos de poder ser considerado como tal.

La producción goleadora: Este es uno de los datos que más raros se me hacen. El Girona lleva 38 tantos, proyectando unos 90 goles en todo el campeonato. Más de 2 por partido. Un 30% por encima de lo que hicieron el Superdepor o el Leicester. Una auténtica locura y más careciendo de un delantero estrella.

Defensivamente: Aquí aumenta más mi extrañeza. Lo que he visto del Girona, incluso en el partido ante el Barça, me produce la sensación de que es un equipo muy frágil atrás. Más de lo que lo era en su día el Depor y, en números, peor que el Leicester. Con 20 goles encajados en 16 jornadas, proyecta 47 en todo el campeonato. Una barbaridad. Por poner un ejemplo: El Madrid no compite por la Liga cuando encaja cifras semejantes. Pero más allá de los números, las sensaciones que deja defensivamente son muy malas. De hecho, creo que encaja menos de lo que debería por su juego.

Puntuación: Esto es lo que peor me huele. El Depor o el Leicester no reventaron la estadística como lo está haciendo este Girona. Con 41 puntos actualmente, ha ganado 13 de 16 encuentros y proyecta 97 (a sólo 3 del récord histórico del Madrid de Mourinho, con CR7 haciendo 46 goles, Higuaín 22 y Benzema 21). Sin buena defensa, ni delantero estrella. Y sólo ha perdido contra el Real Madrid… que les apisonó. Dato que ahonda más aún en el misterio ya que, cuando el Superdépor apareció, el Madrid estuvo 16 temporadas sin ganarles en su estadio. Pero, en cambio, los blancos pisan el campo del equipo de Michel y le pasan por encima… De hecho, el Betis en su propio estadio compitió mejor contra el rey de Europa que el Girona, dando la sensación de ser mucho más equipo. Y el Betis tiene 26 puntos. A 15 actualmente del Girona. ¿Esa es la diferencia de nivel entre ambos? No me lo parece.

Definitivamente, hay algo raro en este Girona, que ha emergido al mismo tiempo que se hundía el Espanyol (¿casualidad?). Con esto no quiero decir que el equipo de Michel no juegue bonito o que no tenga méritos. Pero, hay algo raro… ¿o sólo me lo parece a mí? Ya veremos cómo acaba todo. Lo normal sería que el Girona no pasase del 4º puesto. Y bravo por ellos si así es.

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