Leo y veo con asombro las discusiones sobre si Piqué ha sido o no el mejor central de la historia de la selección española. Ojiplático me quedo. ¿Piqué el mejor de todos los tiempos? Mi no entiende. Tengo que respirar hondo antes de responder porque no sé ni por dónde empezar.

Evidentemente Piqué ha sido uno de los mejores centrales de la historia del fútbol español. No caigamos en fanatismos del todo o nada, tan de moda en las redes sociales. Piqué ha sido un grandísimo central que tuvo, además, la suerte de aterrizar en el mejor Barça de la historia y en la mejor selección española de la historia.

Y digo “aterrizar en” y no “formar parte de”, porque el mejor Barça de la historia y la mejor selección española de la historia ya habían empezado a formarse el uno y a andar la otra, cuando aterrizó Piqué. El central catalán encajó en ambos equipos como un guante y contribuyó a aumentar sus logros, lo que habla de su gran nivel. Y ahí queda su palmarés, lleno de Ligas, Champions, un Mundial, una Eurocopa… Pero con el matiz ese de que “aterrizó en” más de que “formó parte de”. Y hago esta distinción porque decir “formó parte de” nos llevaría a pensar que fue uno de los elementos más decisivos de aquellos equipos, cosa que no es verdad. Fue muy importante, pero no fundamental.

De las cuatro Champions que tiene Piqué hay que decir que la primera la gana con un Manchester United en el que su presencia fue testimonial. Participó en 3 partidos de la Champions. Dos en fase de grupos y el tercero en la vuelta de cuartos de final, ante la Roma. En el resto intercaló grada y banquillo, del minuto 1 al 90. Así que este título cuenta como palmarés, pero no me parece que haya que contarlo a la hora de evaluar su dimensión futbolística.

También hay que decir que en las 3 Champions que gana con el Barça fue titularísimo y eso le pone a un gran nivel. Pero la génesis del Barça triunfal, está en los Iniesta, Messi, Xavi, Pujol, que crecieron acompañando a Ronaldinho, Eto’o, Deco… Estrellas del equipo que conseguiría ganar Liga y Champions dos años antes de la llegada de Gerard. Dos años en los que los mencionados canteranos del Barça fueron madurando hasta alcanzar un nivel estratosférico, que era el que tenían cuando Geri aterrizó. Por cierto, es en esa Champions de Ronaldinho en la que yo pongo el inicio de la era del “mejor Barça de la historia”.

En la temporada 2008-2009, que fue cuando llegaron Guardiola y Piqué, Messi ya era la superestrella del Barça, el brillo de Eto’o parecía lejos de acabarse (aunque Pep se lo quería quitar de encima desde el minuto uno), y Xavi e Iniesta ya eran los amos del centro del campo de una selección Española que ganó la Eurocopa sin que Piqué hubiera sido convocado ni una vez.

Desde aquella época hasta ahora, nadie recuerda el ciclo triunfal del Barça como el “el Barça de Piqué”. Era “el Barça de Guardiola”, “el Barça de Messi” o “el Barça de Xavi e Iniesta…”. De hecho, la figura de Piqué fue ganando relevancia con los años, a medida que los demás se iban apagando o marchando a otros clubs y el nivel del equipo descendía hasta tocar fondo.

No quiero que se entienda que Piqué jugó un papel residual en aquel Barcelona brillante, ni mucho menos. Fue una pieza muy importante. Pero hubo otras que destacaron más. Importante sí, fundamental no.

Con la selección española le pasa algo parecido. Como ya hemos mencionado, la selección gana la Eurocopa de 2008 sin que Piqué hubiera sido nunca parte del combinado nacional (en la categoría absoluta, se entiende).

Y, durante el Mundial, el central que se llevó todos los focos fue Puyol, entre otras cosas gracias a su cabezazo ante Alemania en semifinales (Ramos todavía iba convocado como lateral). Si al acabar dicho torneo se hubiera realizado una votación acerca de quiénes fueron los jugadores más destacados del equipo campeón, los nombres más destacados habrían sido: Villa (por marcar casi todos los goles), Casillas (por sus paradas decisivas, incluidas las dos a Robben en la final), Iniesta (porque además de bailar al fútbol como de costumbre, marcó el gol de la victoria), Xavi (por ser el director de orquesta), o el propio Puyol (porque además de jugar a gran nivel, aportó carácter en los momentos importantes y el mencionado gol de semifinales ante Alemania)… No creo que Piqué, en aquel momento, hubiera logrado muchos más votos que su cono-cido Arbeloa. Ramos tampoco, pero Ramos fue uno de los cuatro jugadores que fueron titulares en las finales de las dos Eurocopas y el Mundial (junto a Xavi, Iniesta y Casillas). Piqué, no.

Parece que quiera desprestigiar a Piqué y no es así. Si estoy “rebajando” sus logros, es porque se le está sobredimensionando estos días. Algo que suele pasar cuando un jugador generacional, como Piqué, se retira. Y por eso señalo lo “negativo”, si es que ser titular de la selección campeona del Mundo puede tener algo de negativo.

Volviendo al Barça, en los años en que Pujol empieza a lesionarse, Guardiola pone a Mascherano de acompañante de Piqué. Mascherano era, hasta entonces, mediocentro. Pero Pep le retrasa a la zaga porque Mascherano tenía una punta de velocidad que compensaba la principal carencia de Geri, que nunca fue veloz. Si el Pep team podía presionar arriba, que es realmente la gran aportación de Guardiola a su equipo, esto se daba porque entre los centrales siempre había al menos uno que era veloz. Primero Puyol, luego Mascherano. A campo abierto, Piqué siempre fue vulnerable y siempre necesitó un acompañante que compensara aquello. Cuando no lo tuvo, le costó bastante más. En la selección sus “compensadores” fueron primero Puyol y luego Ramos.

De hecho, el Barça de aquellos años, con Puyol ya fuera de juego, era llamativamente sensible a las bajas de Mascherano.

Por lo demás, Piqué ha sido un central muy completo. Un gran defensor, con buena salida de balón, con gol, bueno por alto, un jugador que se crecía en los grandes partidos… El problema es que ha compartido nacionalidad y época con otro que tenía todas esas cualidades y que además poseía esa velocidad de la que Piqué carecía: Sergio Ramos. Además, el sevillano era mejor aún de cabeza. Y, por si fuera poco, del Madrid triunfal de las 4 Champions en 5 años, si bien Cristiano Ronaldo era la gran estrella, el segundo jugador más destacado fue Ramos, que, además de jugar a un gran nivel en defensa y ser el capitán, marcó goles importantísimos y decisivos (marcó en las dos finales ante el Atlético, le hizo dos goles al Bayern de Guardiola en semifinales…). Piqué ni era capitán en la mejor época del Barça, ni marcó goles tan decisivos, ni nadie le ponía como una de las cuatro o cinco figuras más importantes del equipo (como ya hemos señalado), etc., etc..

A Ramos se le ha criticado que en ciertos partidos cometía errores clamorosos que al Madrid le costaban goles en contra, como para argumentar que defendía peor que Piqué. Y es verdad que los tuvo. Sobre todo, después de ganar la Décima con sus goles. Y a mí no me parecía casual, porque en aquel momento había alcanzado tal nivel que, en algunos partidos de Liga, ante rivales menores, pecaba de exceso de confianza. Y sí, terminaba cometiendo errores groseros. Iba de sobrado y la cagaba. Pero esos errores nunca se dieron en partidos de máxima exigencia, en los que siempre rindió a un nivel extraordinario, ni fueron una constante en su carrera, sino que se circunscriben a ciertos partidos, en los años inmediatamente posteriores a la Décima. Querer poner a Ramos como peor defensor que Piqué por aquellos partidos puntuales sería como querer poner a Piqué como peor que Ramos, por las imágenes en las que sale siendo literalmente arrastrado por los suelos por Iñaki Williams o por Mbappé hace un par de temporadas, o siendo desbordado por Vinicius en el clásico… Fotos como esas son momentos puntuales en las larguísimas carreras de Ramos o Piqué, que para nada sirven a la hora de evaluarles. Y por eso me parece tramposo sacar a la conversación aquellos errores de Ramos.

Por lo tanto, Ramos, a mi modo de entender, siempre estuvo por encima de Piqué en cuanto a nivel futbolístico. Aparte de que, además de central, Ramos tuvo unos años en los que jugó (y bien) de lateral, tanto en el Madrid como en la selección, lo que le dibuja como un jugador más completo y polifacético. Mientras que Piqué, no sólo no es mejor central, no sólo es menos polifacético… es que, como ya hemos señalado en los párrafos anteriores, siempre necesitó un acompañamiento adecuado que compensara su falta de velocidad. O sea, necesitaba un contexto determinado para rendir a gran nivel, sin el cual se convertía en un central vulnerable.

Por tanto, plantear que un central, un gran central sí, pero un central que coincidió en época y selección con otro superior a él y que, además, siempre necesitó de un contexto muy concreto para poder rendir a gran nivel, pueda ser considerado el mejor de la historia de España… En fin, es que es algo que no me entra en la cabeza.

Deja una respuesta