Luka Jovic tiene trazas de delantero grande. Hay gestos, movimientos, acciones que dejan entrever un jugador mayúsculo. Además, si en el Real Madrid decidieron pagar 60 millones por él, es porque los expertos vieron algo, no sólo por lo que algunos aficionados entrevemos. Sin embargo, en su primera temporada sólo hizo 2 goles en 800 minutos. Muy decepcionante.

El primer problema que se encontró Jovic en el Madrid fue que sus primeros goles se los anularon por fuera de juego. Eran fueras de juego ajustados, pero fueras de juego al fin y al cabo. También se encontró con el palo en un par de ocasiones y alguna que otra vez más el balón eligió lamer el palo por fuera, en vez de hacerlo por dentro. Mala suerte. Con los mismos remates y el mismo fútbol, lo que normalmente le habría supuesto tres o cuatro goles, no supuso ninguno. A veces pasa. Si cuando eso ocurre vienes de marcar un buen saco de tantos, no pasa nada. Se le llama “mala racha” y punto. Pero Jovic no venía de marcar goles… con la camiseta blanca quiero decir. Jovic venía de nuevas, a demostrar lo que valía. Y a cada ocasión que le llegaba el balón se iba fuera, se encontraba la madera o el beso a la red era anulado…

El fútbol se explica desde las estadísticas y desde las sensaciones. Y ambas eran malas. Las estadísticas sonaban siempre igual: “Jovic aún no se ha estrenado con la camiseta blanca o Jovic lleva un solo gol en toda la temporada…”. Y la sensación que le acompañaba a la sequía goleadora era la de que, con el delantero en el campo, el Madrid no obtenía nada. Que sobre el césped era más productivo cualquier otro.

Obviamente a Zidane también le pesan las estadísticas y las sensaciones que dejan sus jugadores. Y en fútbol se suele aplicar la siguiente fórmula: malas sensaciones + malas estadísticas = carne de banquillo.

Si Jovic hubiera enchufado dos o tres de aquellos goles que pudieron ser pero no fueron… Todo habría cambiado. Habría tenido más oportunidades, más confianza y, muy posiblemente, habría estado más cerca de ser ese delantero que muchos pensamos que puede llegar a ser.

Pero el fútbol tiene estas cosas… Sin embargo, no fue el único problema de Jovic.

Jovic se encontró con un Madrid falto de pegada y con un entrenador que juega con un único punta. Así que era cosa de que Zizou rotara a Benzema. Pero Benzema resultó ser el único hombre-gol de un equipo sin gol: 21 y 8 asistencias del francés en Liga supusieron su intervención directa en 41% de los goles de todo el equipo en dicha competición. Y en Champions, entre goles y asistencias (5 y 2) hablamos del 44%. Además, de Benzema siempre se ha dicho, Zidane entre otros, que facilita el juego de sus compañeros. Un equipo falto de gol no se puede permitir de jugar sin el hombre que de un modo u otro le procura la mitad de los tantos, por mucho de que un sector de la prensa y de la afición no lo entiendan. Así que la falta de pegada, la tendencia de Zidane a jugar sólo con un delantero y el buen rendimiento de Benzema se juntaron para conspirar contra Jovic.

Este año podría ser distinto. En primer lugar porque, nunca se sabe, quizá la pelota quiera entrar en los primeros remates. Si esto ocurre, los titulares periodísticos dirán que Jovic ha cambiado y empieza a mostrar galones. Las sensaciones cambiarán y las puertas se abrirán. Será más fácil que tenga más minutos y confianza.

Pero en esto hay un punto de suerte que nadie puede calcular. Puede ocurrir o no. Si los primeros goles vuelven a ser en fuera de juego, o si algunos remates rondan al palo por el lado equivocado… Estaremos en las mismas del año pasado.

También podrían cambiar el rendimiento de Benzema y el gusto de Zidane. Pero esto parece difícil que ocurra a estas alturas del cuento.

Finalmente, podría cambiar el problema del gol. Si el Madrid marcase con cierta facilidad, Zidane no tendría tantos motivos para aferrarse a Benzema. Es más, dada la edad de su delantero favorito, los motivos los tendría para rotarle y darle descansos. Y los descansos de Benzema serían ventanas de oportunidad para Jovic. Y si el bosnio no nos está engañando con sus detalles de crack, el talento terminará haciendo el resto más pronto que tarde.

Las dudas son: ¿estará el equipo mejor esta temporada? ¿por qué el Madrid estuvo falto de gol el año pasado? La primera pregunta se resolverá ella sola. La segunda ya tiene respuesta: porque, además de Jovic, ha habido varios jugadores cuyo rendimiento goleador ha estado muy por debajo de lo debido. Enumeremos:

James y Bale, que se acaban de marchar, se movieron muy pero que muy lejos de lo que se espera de ellos. James, que en sus primeras temporadas como madridista solía marcar una quincena de goles por temporada y repartir las mismas asistencias… Este año ha marcado un gol y ha repartido las mismas asistencias. De Bale los números esperados eran aún mayores. Su rendimiento ha sido de dos goles y las mismas asistencias. Pero ni James ni Bale están ya en el equipo, así que por ahí no llegará el gol que falta.

Otro que ha estado muy por debajo de lo esperado es Eden Hazard. De él cabe esperar una quincena de goles… y otras tantas asistencias. Pero entre que vino fuera de forma y que se lesionó y no se ha vuelto a recuperar, sus estadísticas se reducen a un gol y siete asistencias. El problema de Hazard es que no se ha terminado de recuperar. Su tobillo a día de hoy es una incógnita, pero de estar sano tendría que aportar bastante gol al equipo.

Otro más que, por las lesiones, no ha podido aportar gol, ha sido Asensio. Se esperaba que el pasado fuera el año de su explosión. Pero una grave lesión le tuvo apartado del terreno de juego hasta los últimos partidos. Y si los jugó fue porque el tramo final de la temporada se aplazó por la pandemia de Covid19. En esa recta final entró en algunos partidos y logró marcar tres goles y dar una asistencia. Habrá que ver su rendimiento esta temporada. Pero es de esperar que estando sano desde el principio, mejore esos números.

Odegaard ha regresado al equipo. Esta es la temporada de su debut como miembro de pleno derecho dentro del mismo. Se espera mucho de él. Tiene gol y último pase. Habrá que ver cuánto. Además, suma intangibles por su capacidad de hacer circular el balón. El equipo puede ganar mucho gol con él. Habrá que ver cuánto juega y cómo rinde.

Vinicius y Rodrygo: entre los dos marcaron una docena de goles. Rodrygo parece tener más facilidad que Vini de cara a la portería. Pero ambos están en edad de crecer futbolísticamente. Es de esperar que mejoren sus estadísticas en mayor o menor medida.

Así que hay motivos para creer que el Madrid tendrá más gol este año. Y si a Jovic no le ceden, esto le dará más oportunidades. Porque de todos los posibles goleadores de los que hemos hablado, ninguno es delantero centro. Y si ellos crecen y el Madrid se vuelve menos “benzemadependiente”, no creo que Zidane tenga problemas en rotar al que siempre fue la niña de sus ojos. Y rotar a Benzema es sinónimo de oportunidades para Jovic. Y si Jovic aprovecha estas oportunidades, ojo, ojito con este Real Madrid.

Es más, si Jovic termina rompiendo en un gran delantero, el futurible fichaje de Haaland se convertiría en innecesario. Porque si bien es verdad que por mucho que crezca Jovic parece imposible que alcance el nivel de Haaland, el hecho de que el Madrid tenga un gran delantero joven, cambiaría el panorama de necesidades del equipo. Más aún si al final se consuma en matrimonio el larguísimo noviazgo que existe entre el Real Madrid y Mbappe.

Mbappe + un gran goleador (Jovic si se cumplen nuestras especulaciones) + la madurez de alguno o varios de los grandes talentos jóvenes en nómina (Vinicius, Rodrygo, Kubo, Odegaard…) = el mejor ataque del mundo. Sinceramente, Haaland será una estrella (tiene toda la pinta), quizá el mejor nueve de los próximos diez años. Pero por eso mismo se lo rifará toda Europa y podrá exigir un salario desorbitado. Y tarde o temprano, el tratamiento que reclamará (por muy bien amueblada que tenga la cabeza), no sólo en el salario, será el de una estrella.

Otro inconveniente es que todo parece apuntar a que Haaland y Mbappe serán las dos grandes superestrellas de la década que empieza. Tener a los dos puede parecer un sueño pero yo lo veo más como una pesadilla. El fútbol quiere cuidarse a sí mismo. Quiere tener un espectáculo que ofrecer. Una cosa es que haya un equipo dominador y otra es que nadie le pueda hacer sombra. Tener a los dos mejores del mundo, acompañados de una gran plantilla y todo eso en el club más prestigioso y con más historia del planeta… No se podría tolerar. No lo podrían tolerar los demás equipos, ni la UEFA ni la FIFA. Una cosa es que el Bayern o la Juve ganen la Bundesliga y el Calcio año sí año también y otra es que haya un equipo que gana todos los años la Champions. Eso no se podría consentir y enemistaría al “planeta fútbol” contra el Madrid. Y el coste de esta enemistad no sabemos cuál podría ser.

Así que volviendo a nuestras cuentas de la lechera, con Mbappe fichado y Jovic y otros jóvenes cracks madridistas triunfando… Si ya tienes una delantera que sin Haaland es la mejor del mundo… ¿Para qué complicarse la vida? ¿No sería mejor centrarse en reforzar otros puestos? El Madrid tiene pendiente buscar un central de garantías para cuando se marche Ramos y encontrarle competencia de verdadero nivel a Mendy y Carvajal, visto que Reguilón y Achraf son fuete de ingresos y no el futuro de la plantilla.

Con la delantera que se viene, yo sólo me plantearía el fichaje de Haaland en caso de que Jovic vuelva a decepcionar. O en caso de que, esperemos que no, se tuerza la llegada de Mbappe. Pero si no… Ya hemos visto a dónde va una delantera con Messi, Suárez, Griezmann, Ansu Fati… A encajar 8 goles contra un equipo de verdad.

Aunque todo lo dicho se podría venir abajo si el Madrid decide ceder a Jovic para que tenga más minutos y vuelva el año que viene con la confianza recuperada… En tal caso, todo este artículo quedaría en agua de borrajas.

No voy a entrar en lo extradeportivo y en la prensa rosa, así que termino mi análisis de Jovic aquí.

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