Hoy leía una noticia sobre los equipos que ha presentado el Real Madrid en los últimos años en el partido de ida de los octavos de final de Champions, temporada a temporada. La verdad es que era una de esas pocas noticias que se suelen encontrar en la supuesta prensa especializada, que te sirven para hacerte una idea acerca de dónde viene el equipo, dónde está y hacia dónde va.
Y de paso, de forma indirecta, rompe una lanza a favor de Zidane.
Yo, este año, he sido crítico con la gestión de la plantilla que ha hecho ZZ. Y se ha equivocado, a mi parecer en muchas cosas. Pero viendo los onces titulares y los banquillos que han tenido los blancos desde la época de Ancelotti (recordemos que la décima, la gana el Madrid con ZZ de segundo entrenador de Ancelotti)… uno se da cuenta de que lo que hoy parecen las “preferencias” de Zidane, en otro tiempo no lo eran.
Lucas Vázquez y Asensio son hoy en día dos piezas imprescindibles de este equipo. Juegan con continuidad y sin descanso. Especialmente Lucas, pero desde hace un par de meses, a Asensio no hay quien le quite el puesto.
Yo soy el primero que piensa que ZZ le ha dado demasiadas oportunidades al mallorquín, que no está rindiendo lo suficiente para ser titular en todo un Real Madrid. Pero claro, luego veo los once titulares que, con Zidane y sin él, saltaban al campo otras temporadas… y resulta que, con Zidane y sin él, Lucas Vázquez y Asensio se movían entre la grada y el banquillo, mayormente.
¿Y por qué ha cambiado la situación? Pues básicamente porque antes había jugadores mejores que estos dos y ahora no los hay. Porque ni Lucas ni Asensio son mejores hoy que ayer. Lucas cumple, como siempre ha hecho. Asensio deja que desear, como siempre ha hecho.
Lo bueno de mirar hacia atrás y comparar aquellos equipos con el actual es que nos permite ver que el mismo Zidane que ahora les pone siempre y que parece tener debilidad por estos dos, no dudaba en dejarles sin pisar el césped temporadas atrás. Así que la presencia permanente de ambos en las alineaciones no es mero favoritismo de Zizou. El técnico francés no ha tenido problemas en mandarles al banquillo cuando ha tenido otros mejores para el puesto. La pregunta y la respuesta se vuelven obvias: ¿Por qué ahora son titularísimos? Porque el Madrid no tiene a otros mejores.
Estoy escribiendo esto horas antes del partido contra el Atalanta. Partido que incluso esta plantilla debería sacar adelante, si todos o casi todos estuvieran sanos. Especialmente el único delantero de nivel Real Madrid que hay en el equipo: Karim Benzema. Sin embargo, con lo que hay ahora, no sé lo que pasará.
Sí sé una cosa: Zidane, con sus errores, tiene menos culpa de la que se pretende, incluso si se equivoca con el Atalanta. Esta plantilla no da para mucho y, con la plaga de lesiones que hay, menos todavía.
El Madrid necesita recomponerse. Hay algunos jugadores “de la vieja guardia” que todavía tienen nivel y años por delante (como Varane o Casemiro). Otros cuya vigencia hay que verla temporada a temporada, porque ya tienen una edad (Modric o Ramos). Pero hay otros que ya no aportan nada al equipo (y ya hemos hablando muchas veces de ellos, así que ni los menciono).
Respecto a los jóvenes, los que están en plantilla, los canteranos y los cedidos, hay que replantearse las cosas bien. ¿Hay realmente alguno que tenga nivel o potencial para formar parte del primer equipo? Yo cada vez tengo más dudas.
Hay algunos que personalmente estoy convencido de que no llegarán a ser importantes en el Madrid, más allá de que tienen calidad para jugar en equipos de nivel medio, o medio-alto. Y se puede sacar un buen dinero por ellos.
Hablo de los Ceballos, Mayoral, Vallejo y, en mi opinión, Brahim y Reinier.
Hay otros, como Kubo, Jovic o Vinicius, de los queesperaba mucho más a estas alturas y ya me empiezan a generar serias dudas. Sigo pensando que todavía hay alguna opción de que despunten. Pero los expertos del club deberían reunirse y ver qué hacer con ellos, porque la cosa no está nada clara. Venderlos con opción de recompra puede que sea la mejor opción.
De los que están actualmente en la cantera, reconozco no haber visto lo suficiente como para posicionarme. Ojalá alguno dé el nivel. Pero lo poco que he visto no me ha deslumbrado, ni mucho menos. Y esto es una pescadilla que se muerde la cola: no veo a nadie que me deslumbre, así que veo poco. Y quizá porque veo poco, no veo a nadie que me deslumbre. Pero recuerdo que en otros momentos, tampoco veía mucho y sí me deslumbraba. Y no hablo de los Raúl o Guti, hablo de Jesé. Así que me temo que en la cantera no hay demasiado que rascar.
Finalmente, hay un par de jugadores, Odegaard y Rodrygo, que estoy convencido de que con minutos por delante no tardarán en ganarse un hueco. Espero que Odegaard se quede en el Madrid y triunfe, aunque, ya lo dije en su momento, me da la sensación de que el noruego no está muy por la labor de quedarse. Sabe que triunfará allá donde vaya y no parece que su experiencia de blanco le haya convencido de que este es el mejor lugar. Sin embargo, siendo aún jugador del Real Madríd, el club sigue teniendo la sartén por el mango.
Me he dejado fuera del repaso a Militao y Odriozola y probablemente a alguno más. Al brasileño con suerte le metería en el saco de Ceballos y compañía. Con suerte. Respecto a Odriozola, sinceramente creo que se equivocaron al traerle. Debió ser alguna apuesta personal de algún ojeador que intuyó algo… El caso es que el chico no ha dado ninguna razón para pensar que vale para el Madrid. Cuanto antes salga, aunque sea gratis, mejor para todos. Empezando por él mismo, porque ahora mismo está fuera de lugar y fuera de todo.
En definitiva, hay muy poco donde rascar con los jóvenes. Con suerte habrá dos o tres que puedan valer y son quienes son y no el resto. Con el resto hay que aprovechar para hacer caja y reconstruir la plantilla.
Obviamente, el anhelo es traer a Mbappe o a Haaland. Pero aparte de una gran estrella, que es necesaria, se necesitan varios jugadores de gran nivel para que el entrenador de turno no se vea obligado a poner a gente como Asensio y Lucas Vázquez de titularísimos. Que hacen lo que pueden, pero dan lo que dan.