Que el Madrid podía perder contra el Alcoyano, lo crean o no, es algo que entraba en mis pronósticos. Por varios motivos. Uno es el ostracismo al que Zidane ha condenado a algunos jugadores, que contra el Alcoyano obviamente no iban a estar en su mejor momento de forma. Caso de Lunin, Odriozola, Militao… Por otro, porque era seguro que Isco y Marcelo iban a jugar, y no hace falta hablar más de dos jugadores que llevan dos temporadas y media siendo exfutbolistas. Ponerlos en el campo es complicarte la vida, hasta con el Alcoyano… Y todo se agravaba con la no convocatoria de Odegaard, el centrocampista de mayor talento de la hoy denostada “unidad B”.

Que Modric recuperara la titularidad perdida otras temporadas era algo que no me gustaba. Modric es un gran jugador, Balón de Oro, pero tiene la edad que tiene. Y el problema es que le cerraba las puertas a Odegaard y a Valverde. Porque Kroos y Casemiro son fijos. Así que sólo quedaba un puesto por disputarse y Zidane ha terminado dándoselo a Modric.

El problema aquí es que Odegaard y Valverde son los jóvenes más hechos y más preparados para jugar en el Madrid. Están, a día de hoy (insisto), varios pasos por delante de los Vinicius, Rodrygo, Odriozola, etc..

La temporada pasada de ambos les ponía en un escalón por encima del resto. Ellos ya no son promesas sino realidades.

Valverde era el titular habitual de un equipo que, con él, era más sólido la temporada pasada. Con Valverde sobre el campo y con Modric entrando habitualmente desde el banquillo, el Madrid fue campeón de Liga.

Odegaard fue el jugador revelación de la Liga, el año pasado. Hace 365 días, muchos analistas le consideraban el mejor jugador del campeonato. No estaba en el Madrid, en el Barça, ni en el Atleti, pero se estaba llevando la mayor parte de los focos.

Es verdad que el noruego empezó jugando y no brilló de blanco. Pero también es verdad que lleva mucho tiempo sin gozar de oportunidades. Zidane está poniendo a Isco por delante de Odegaard y esto es algo muy grave. No sólo porque Odegaard tenga más talento del que jamás tuvo Isco, sino porque el malagueño está en el peor momento de su carrera.

Pero vuelvo a lo de Modric: no es de recibo que el croata sea titular indiscutible todas las semanas. No es que lo esté haciendo mal, pero tampoco está haciendo jugar brillantemente al equipo. Porque, esto hay que recordarlo: si el equipo no juega bien, si el balón no circula adecuadamente, si al Madrid le cuesta llevar la pelota al área contraria en condiciones de generar peligro… Es porque algo en el centro del campo está fallando. Y eso es incompatible con afirmar que Casemiro, Kroos y Modric están jugando bien.

Y con una circulación insuficiente, mandas al ostracismo a los dos jugadores que más ritmo y frescura te pueden dar en el centro del campo. Pones de titular indiscutible a Modric semana tras semana… Y si acaso, en los últimos minutos de algunos partidos le cambias por Isco. Y luego te vas a la cama a preguntarte por qué el Madrid no juega bien. Por qué no tiene ritmo.

Pero si grave es lo de Odegaard y Valverde, también lo es lo de Vinicius. El brasileño ha estado irregular esta temporada, ha tenido momentos buenos y momentos malos. Pero cada vez cuenta menos y cada vez se le ve peor. Da la sensación de que Zidane consiente a la vieja guardia errores que no les consiente a los jóvenes. Y al brasileño se le nota falto de confianza. Y esto se refleja en las estadísticas: Vinicius ya no regatea. No es que los regates le salgan mal, es que no los intenta.

El único que ha contado con la plena confianza de Zizou es Asensio, que ha empezado a despertar. Tampoco es que esté arrasando, pero va dejando buenos detalles de calidad. Es al único al que Zizou ha rescatado. Pero claro, Asensio en cierta forma sigue siendo uno de los suyos, uno de los que estaba en su primera etapa. Que son los que gozan de mil oportunidades, hagan lo que hagan.

Quizá el tema es que el núcleo duro de la plantilla, las vacas sagradas, miran con desconfianza a los nuevos. La vieja guarda a la que se ha entregado Zidane, ha respondido en algunos momentos esta temporada, pero no da de sí sin la aportación de los jóvenes.

Para mí, el misterio más grande se llama Luka Jovic. Empezó jugando, pero de pronto desapareció. Es verdad que tuvo problemas (dio positivo por COVID). Sin embargo, desde el 8 de Noviembre, en que jugó sólo 7 minutos en el infame partido contra el Valencia (y de cuyo desastre, él no tuvo culpa ninguna), no ha vuelto a saltar al campo con la camiseta del Madrid.

En cambio, en ese tiempo ha jugado 230 minutos con su selección, Serbia, en los que marcó 3 goles y repartió 2 asístencias. Y a eso hay que sumarle los 52 minutos que lleva actualmente con el Frankfurt, en los que ha marcado otros 2 goles. En total, 5 goles y 2 asistencias (o sea 7 goles participados) en los últimos 282 minutos que ha estado sobre el césped. Y ninguno de esos minutos ha sido vestido de blanco. Hablamos de que marca un gol cada 56 minutos o de que participa en un tanto cada 40 minutos. Una auténtica bestialidad. Obviamente no mantendrá esos números en el tiempo, pero no se puede explicar que un jugador esté condenado al ostracismo en su club, al mismo tiempo que destroza las estadísticas fuera de él. O está en forma o no lo está. O tiene talento o no lo tiene. O tiene gol o no lo tiene. O está en racha o está en una sequía. Pero no pueden estar ocurriendo las dos cosas al mismo tiempo.

Todo esto me lleva a una conclusión: el poder del núcleo duro del Madrid está por encima del poder de Zidane. Para que los Odegaard, Valverde, Vinicius, Rodrygo… puedan crecer, se necesita una limpieza del vestuario. Y quizá hay que empezar por Ramos. Que sí, que es el capitán, que es una de las máximas estrellas, que tal y que pascual… Pero recordemos qué hizo Luis Aragonés cuando quiso reconstruir a la Selección Española: se cargó a Raúl. Y en aquel entonces Raúl era la única gran estrella del combinado nacional. Y el capitán…. Pero si quieres hacer limpieza de verdad tienes que empezar por ahí.

Quizá la mejor noticia de la renovación de Ramos será que no llegue a hacerse. Más aún cuando Nacho ha recuperado su mejor nivel y Alaba está prácticamente atado.

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