El Athletic se llevó la supercopa tras vencer a Real Madrid y Barcelona, aumentando la sensación de que ambos clubes están igual de mal. Pero no es así, no están igual. Ambos están mal, pero no igual.

Los parecidos entre blancos y blaugranas tienen que ver con el fin de un ciclo en el que han tenido plantillas fantásticas y muchos éxitos deportivos, jugando a un altísimo nivel. De aquellos laureles quedan plantillas con jugadores demasiado veteranos a los que se han unido unos jóvenes que todavía son más promesas que realidades. Así, ambas plantillas no terminan de carburar, aunque tengan partidos y momentos buenos. Faltaría más. Pero la regularidad no parece que vaya a llegar en ningún caso.

Otro parecido anecdótico es el de que ambas plantillas están dirigidas por entrenadores que hablan regulín el castellano y que marcaron goles decisivos en sendas finales de Champions, vestidos con las camisetas de las escuadras que ahora dirigen. Goles icónicos, por cierto, en las historias de sus respectivos clubes.

Pero aquí se acaban los parecidos y comienzan las diferencias, que son cuantitativas y cualitativas.

En lo cuantitativo el Barça tiene problemas más grandes porque le falta dinero para acometer una renovación, porque no tiene presidente en estos momentos y porque se siguen agarrando a un Messi que es más pasado que presente o futuro. Y sí, a lo mejor el argentino acaba ganando el pichichi, porque cuando el rival no le defiende bien los sigue marcando a pares. El problema surge cuando el rival sí que defiende bien. Ahí Messi se atasca porque ya no tiene la potencia física que avalaba su calidad técnica. Y el club todavía no se ha hecho a la idea de prescindir de él. Y tras la marcha de estrellas como Messi o CR7 hay que reaprender a competir. El Madrid, en ese sentido, ya sido capaz de ganar una Liga en la era post-CR7. Y eso también indica otra diferencia: el Madrid, hasta que el Atlético no se corone (que debería hacerlo si nada se tuerce), sigue siendo el vigente campeón de Liga. El Barça no es campeón vigente de nada, en estos momentos. Por lo cual, una nueva temporada en blanco supondría empezar a alargar un periodo de sequía impensable hace tres años.

Pongo todo lo anterior como diferencias cuantitativas en el sentido de que muestran que el Barça está en problemas más graves que el Madrid y no son sólo deportivos, sino institucionales. Y aquí ya damos paso a las diferencias cualitativas.

La primera diferencia cualitativa es la que acabo de señalar: mientras que los problemas del Madrid son fundamentalmente deportivos (la primera plantilla no carbura), ya que hay estabilidad institucional y está capeando bien la situación de ausencia de público en el estadio… los problemas del Barça van mucho más allá del desastre de plantilla que tienen: El club está al borde de la quiebra (aunque no quebrará, tranquilos, ya lo rescatará alguien), en la actualidad no tiene presidente y los candidatos a la presidencia parecen vivir en los mundos de Yupi, prometiendo reconstruir un equipo en torno a un Messi que la temporada que viene tendrá 35 años y que se quiere (y puede) ir al final de ésta. Y hablan, incluso, de fichar a Mbappe o a Haaland, o a ambos juntos, ¿por qué no? Y, si se tercia, a Neymar también.

La segunda es que en el Barça algunos jóvenes parecen estar dando el salto de calidad para asentarse en el 11 titular, mientras que en el Madrid por algún motivo se está dando un atasco. Jovic se ha vuelto a Alemania y ya ha marcado dos goles en media hora, lo mismo que en temporada y media de blanco. Militao lleva meses sin jugar un minuto. Lunin no ha debutado aún. Odegaard empezó jugando, causó baja y, cuando ha vuelto a estar disponible, apenas ha contado. Si es que ha contado, que no recuerdo muy bien si jugó algo. Vinicius no parece haber evolucionado mucho desde que llegó, ni en su juego, ni en minutos en el verde y Rodrygo, el que parecía el más cercano asentarse en el equipo, se ha lesionado para tres meses. Odriozola ni está ni se le espera.

En cuanto a los cedidos ninguno está dando el nivel necesario como para volver al Madrid. No, Borja Mayoral tampoco, por mucho que la prensa hable de sus goles. El chico ha sido titular 3 veces en el Calcio y ya se van por la jornada 18. Además, Mayoral en el Madrid sería como Martin Braithwaite en el Barça. No gracias.

En el Barça, en cambio, Ansu Fati empezó como un tiro, siendo el mejor atacante del equipo hasta que se lesionó. Pedri está dejando muy buenas sensaciones y es imprescindible para Koeman. Y Araujo parece haber creado consenso a su alrededor en cuanto a que es el mejor defensa de los que dispone Koeman. Otros, como Trincao o Mingueza, están más cerca de la situación de Odriozola que de la de Fati. Y alguno está un poco como los jóvenes del Madrid: ora parece que sí, ora parece que no… Pienso en De Jong y Dest.

No obstante, las buenas sensaciones causadas por Fati, Pedri y Araujo hay que ponerlas en entredicho. El equipo se agarra a ellos y esto les hace brillar más. Es un poco como la primera temporada de Vinicius. El Madrid se aferró al brasileño porque no había más asidero y él parecía jugar mejor de lo que en realidad jugaba. La verdad es que el Vinicius actual no es peor que el de entonces. De hecho es ligeramente mejor (no sólo porque dé la sensación de saber moverse mejor sin balón, sino porque sus estadísticas de goles y asistencias por tiempo jugado son ligeramente mejores). Pues eso puede estar pasando con los jóvenes del Barça. Fati estaba brillando en una delantera en la que Griezmann, Messi y Dembelé estaban en cuerpo pero no en espíritu. Ahora esa delantera ha mejorado algo, pero a principios de temporada era un auténtico horror. Pedri, por su parte está en un centro del campo que da auténtica pena. Sólo él destaca. Del resto, De Jong cumple sin ostentaciones y ya no hay más. Y en cuanto a Araujo…. Con Piqué prejubilado por una lesión, sólo hay que repasar los nombres de sus posibles acompañantes: Lenglet, Umtiti,, Mingueza, Sergi Roberto, Firpo, Dest y Alba (el Marcelo blaugrana). No me parece que defender mejor que cualquiera de estos sea muy difícil.

En el limbo quedan dos jugadores de los que se espera mucho desde hace años, pero que no han dado el nivel esperado y que además han sufrido lesiones. Ambos, uno de cada equipo, juegan de extremo y, cuando ya muchos (o algunos, al menos yo) les dábamos por perdidos, han empezado a mostrar señales de vida. Son Dembelé en el Barça y Asensio en el Madrid. Sin embargo, mientras Dembelé fue un fantasma ante el Athletic, Asensio fue el mejor de los blancos frente al mismo equipo. Mientras Dembelé produce sensaciones tan buenas como malas, Asensio ha empezado a carburar cuando las puertas estaban a punto de cerrársele. La pregunta con ambos jugadores es: ¿Cuál será realmente el nivel que terminarán dando? Son absolutas incógnitas. Ahora mismo les veo con tantas posibilidades de llegar a cracks como de quedarse en blufs.

Otra diferencia entre plantillas es que el Barça tiene muchos grises, algunos bastante oscuros. Pero sólo el Madrid tiene dos puntos negros, negrísimos, que lamentablemente van a seguir teniendo minutos: Isco y Marcelo. Tarde o temprano volverán a jugar porque forman parte de esa “vieja guardia” a la que Zidane se aferra para sacar las cosas adelante. Y el Madrid lo pagará al mismo precio que lo lleva pagando desde hace dos temporadas y media.

Centrándonos en el juego, las diferencias que ya he comentado otras veces son las que se vieron ante el Athletic. El Madrid es un equipo capaz de doblegar a cualquiera. Al menos a nivel nacional. Es capaz de ser el mejor equipo del campeonato. Su problema es que no es consistente, carece de regularidad y lo mismo que juega a un gran nivel, puede jugar fatal. Y, además, le falta pegada. Todo eso se vio ante el Athletic. Los blancos jugaron muy mal durante 60 minutos. Los leones aprovecharon eso (y los errores de Lucas Vázquez) para ponerse 2 – 0. Luego, la última media hora, el Madrid se comió al Athletic. Les encerró en su campo, pero la falta de acierto de cara al gol impidió la remontada. Resumido: El Madrid fue peor y mejor que el Athletic, dependiendo del momento del partido, y con un poquito más de acierto habrían remontado.

El juego del Barça, en cambio, es más estable. Tiene una mayor regularidad, mantiene el mismo nivel casi siempre. Y ese nivel es mediocre. No es tan malo como cuando el Madrid juega mal, pero tampoco es capaz de elevar su nivel, como sí es capaz de hacerlo el equipo blanco. Y eso fue lo que se vio sobre el campo. No se vieron desbordados por el juego de los rojiblancos, pero en ningún momento fueron superiores a ellos… a pesar de marcar dos goles en dos acciones aisladas. Porque eso también lo tienen: El Barça jugará fatal, pero en cualquier momento te hace un gol. No le da para ganar partidos de alto nivel, pero si para golear a rivales que no anden finos en defensa.

Así las cosas, mis pronósticos para esta temporada son que la Liga se la llevará el Atlético. La Copa del Rey, una vez que los del Cholo se han despatarrado, quién sabe. En Champions creo que el Madrid doblegará al Atalanta y será eliminado en cuartos. El Barça, por su parte, seguirá fiel a la costumbre de los últimos años y despedirá el torneo encajando una goleada. Y esta vez será el PSG su verdugo. El Atleti y el Sevilla tienen rivales duros y la moneda puede caer para cualquier lado. Tampoco creo que avancen muchas rondas.

No obstante, por muchos análisis y pronósticos que hagamos, el futuro está por escribirse…

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