Hay varios factores que están llevando a partidos locos, ante rivales superiores, que el Madrid termina superando. Actualmente en semifinales, sigue vivo después de que le hayan pasado por encima. Y todo el mundo habla de lo mismo: Es inexplicable que nadie les pueda tirar a la lona. Y a lo inexplicable lo llamamos “magia”. Pero no, no es magia. Se puede explicar.
Lo primero que hay que decir es que el fútbol tiene inercias. Un ejemplo es el Barça, que ya hace mucho que no juega bien, pero hasta hace tres temporadas seguía ganando ligas y copas más por inercia que por juego (la última el año pasado); al tiempo, su inercia en Champions era recibir una o dos goleadas al año. Que una cosa es no competir y otra que todos los años te eliminen con al menos una goleada. Eso también es una inercia.
El Madrid se ha metido en la inercia de la remontada épica, de darle la vuelta a los partidos complicados. Esa inercia consiste en que los propios es jugadores blancos, al saber que lo han conseguido hacer otras veces, creen en las remontadas, están plenamente convencidos de que pueden levantar cualquier partido y se crecen en las situaciones límite y cuantas más veces lo consigan mayor será su convencimiento de que pueden conseguirlo; en que los rivales han visto dichas remontadas y cuando el Madrid, por muy mal que esté, agarra el balón, en su mente empieza a surgir el temor de que ellos serán las siguientes víctimas… Es decir, la inercia se ha metido en sus cabezas, en la de los rivales, en el público y en la prensa. En la inercia también pesa la historia. No es la primera vez que el Madrid, máximo ganador continental, se abona a remontadas épicas y esto también lo encontramos en el imaginario colectivo. Es lo que llamamos “el peso de la camiseta” o “el peso del escudo”.
Otro factor es que todos los rivales de cierto empaque están pasando por encima del Madrid. Todos le ponen contra las cuerdas. Es algo necesario para poder realizar una remontada épica, empezar peor que el rival. Para que esto se dé, el entrenador madridista tiene que estar planteando mal los partidos. O, al menos, peor que los entrenadores rivales. Todos le ganan la partida durante la mayor parte del tiempo. No sólo en Europa, también en España. Hasta la Xavineta se le ha atragantado a Ancelotti.
La única forma de acabar ganando muchas veces, aun jugando peor que los rivales con frecuencia, es teniendo a jugadores de muchísimo talento. Y este es el último factor y el más decisivo. El Madrid tiene gente de muchísimo talento. Lo que no tiene es una gran plantilla. Pero sí puede poner once jugadores, si todos están sanos, capaces de competirle a cualquiera de tu a tu. Para empezar, tiene a Courtois, quizá el mejor portero del mundo en estos momentos. Los porteros, a mi modo de entender, son los grandes infravalorados de este deporte. Que un portero pare un solo balón más o un solo balón menos, con frecuencia es la diferencia entre ganar y perder. Luego, el Madrid tiene a jugadores como Militao, que aunque está demostrando que todavía le falta para llegar a ser un central top, tiene las condiciones necesarias para serlo. Y aunque falla en ciertos partidos, en otros se vuelve infranqueable. De este estilo, jugadores que pueden hacerlo muy bien, aunque a día de hoy no sean los mejores del mundo en sus puestos, tiene varios el Madrid: Camavinga y Rodrygo son los dos máximos exponentes, junto con el mencionado central. Y, finalmente, quiero mencionar al trío de oro del equipo: Modric, Vinicius y Benzema. La capacidad de estos tres para reventar cualquier partido no la tiene nadie en el mundo. Benzema creo que nadie duda de que se merece el Balón de Oro. La temporada que está haciendo ya no sólo consiste en números. Ya no se trata de marcar muchos goles o repartir muchas asistencias. Se trata de los momentos en los que aparece el delantero francés. Se trata del cuándo y cómo. Generalmente está marcando en los momentos en los que más lo necesita el equipo. Y como escuderos tiene a Modric y Vinicius, que le asisten y le ayudan con su juego. O simplemente se inventan goles como el segundo del Madrid en el estadio del equipo de Pep, un gol que sólo hay dos jugadores en el mundo capaces de hacerlo: Vinicius y Mbappe. Y punto.
Dicho lo cual, está por ver si la magia le da al Madrid para pasar a la final. Yo lo veo muy difícil. Preferiría que Ancelotti acertara de una vez con el planteamiento. Pero a estas alturas y con Courtois, Modric, Vinicius y sobre todo Benzema… ¿quién sabe lo que puede pasar?