Lo que gusta del fútbol son las emociones y, en ese sentido, cuantas más sorpresas depare un partido, mejor. Y lo que no se entiende ni se predice, más sorpresivo es. Así que muchas veces se opta por no querer entender. Si las circunstancias facilitan lo emocional, si hay algo que pueda justificar la falta de análisis, es más fácil hablar de ello desde ahí, desde lo subjetivo, sin tratar de comprender lo ocurrido. En el partido de vuelta de semifinales entre el Real Madrid y el City se dieron este tipo de circunstancias, y esto es lo que vende, así que las palabras más repetidas en los medios fueron: inexplicable, incomprensible, magia, etc..

Pero lo que está haciendo el Real Madrid en Champions, ya lo dije tras la eliminatoria ante el Chelsea, es explicable. No quiero repetir lo que ya he dicho, pero sí añadir un par de cosas que se están pasando por alto en esta orgía de análisis que no analizan nada o, incluso, deforman lo que realmente ocurrió.

Lo primero de todo es reiterar que el Real Madrid tiene una mala plantilla, porque hay demasiados jugadores que no dan el nivel cuando juegan. Pero eso no significa que el Madrid no pueda sacar un once competitivo. O incluso hacer dos o tres cambios. Porque esto no es así, sino todo lo contrario.

Sin ser una plantilla profunda, si las lesiones son pocas y los estados de forma son buenos, los blancos pueden poner once jugadores sobre el terreno de juego que no son inferiores a nadie en Europa, lo que en fútbol equivale a decir “nadie en el mundo”. Y no exagero ni un ápice, por más sorprendente que pueda parecer. De hecho, lo más sorprendente de todo es que, si analizamos puesto por puesto, no hay nada de sorprendente en mi afirmación, a pesar de que nadie se atreva a hacerla.

A día de hoy hay consenso en que el mejor jugador del mundo del momento y, por extensión, el mejor delantero, es Karim Benzema. El mismo consenso con que el mejor portero del mundo es Courtois. Es decir, de entrada, hay consenso en que, en las posiciones más determinantes, el que hace los goles y el que los evita, el Real Madrid es superior al resto. Ya sólo con eso podríamos explicar por qué el Real Madrid puede verse superado durante la mayor parte del tiempo de los partidos y, sin embargo, salir victorioso. Es evidente que, si tienes al mejor portero y al mejor delantero, tú vas a necesitar menos ocasiones que tus rivales para marcar más goles. Y es más probable aún si el mejor delantero no sólo es el mejor delantero, sino el mejor jugador del mundo.

Pero es que el Madrid tiene a gente muy buena más allá de estos dos. En el centro del campo, por ejemplo: Los de la CMK no pueden aguantar un ritmo muy alto durante todo el partido, pero, coño, son la CMK, uno de los mejores centros del campo de todos los tiempos y quien tuvo retuvo. Además, si sustituyes a uno o a dos de ellos por Camavinga y/o Valverde, esa diferencia física que hay con los equipos más vigorosos se reduce bastante. Incluso puede que la superioridad física caiga de tu lado, porque Camavinga y Valverde son auténticos toros. Y además tienen calidad a raudales, especialmente Camavinga, que está llamado a ser el gran dominador del centro del campo en un futuro cercano.

También Vinicius, con sus aciertos y sus fallos, es un jugador capaz de hacerte ganar partidos. No es sorprendente, desde que llegó al Madrid sabíamos que si terminaba explotando sería el jugador que es en la actualidad. O deberíamos haberlo sabido. El Madrid le fichó por eso, porque era muy posible que se convirtiera en un crack mundial y ahora mismo está a la altura de los mejores extremos del mundo. Alguno puede decir que este o aquel son mejores, pero pocos. Y aunque lo sean, Vinicius resiste a día de hoy cualquier comparación. Ha aportado unos 40 goles, entre los que ha marcado y ha repartido. Y algunos, como el que le hizo al City en la ida, se los inventa él solo convirtiendo en gol lo que no era ni una ocasión, ni un acercamiento. Esto es exactamente la definición de crack.

También podríamos hablar de Alaba o Militao, que con sus aciertos y errores están demostrando ser defensas de nivel mundial. O Mendy que, cuando está centrado y en forma, es un auténtico muro, muy difícil de superar.

Y luego están los canteranos-veteranos Lucas Vázquez, Nacho o Carvajal, que quizá no sean los mejores jugadores del mundo (Carvajal en forma, en su puesto, tal vez sí), pero que no podemos olvidar que han formado parte del grupo que ganó las cuatro Champions en cinco años, y que siempre han estado ahí, dando la batalla en el césped contra los equipos más importantes del continente. No son unos cualquiera, aunque no sean las mayores estrellas del equipo y tienen mucho más empaque que muchos de los Lucho-boys y que otros con mayor fama. Y, además, tienen experiencia en partidos de máxima exigencia contra equipos de máximo nivel.

Y finalmente quiero hablar de Rodrygo. Personalmente es una de mis debilidades. Creo que es un jugador con unas condiciones espectaculares y del que no se está hablando lo suficiente (aunque bien pensado, mejor, así no le descentran), al que le ha faltado regularidad, pero que ha tenido un mes de locos, en el momento clave de la temporada. Y yo creo que este mes de locos se parece más a su nivel real, que el año y pico anteriores donde, a mi entender, no estaba dando todo lo que lleva dentro. Aunque de cuando en cuando dejara perlas como un hat-trick en su primer partido en Champions.

En el periodo que ha ido del 9 de abril al 4 de mayo, esto es lo que ha hecho Rodrygo:

  • Real Madrid – Getafe: Juega los 90 minutos y da una asistencia a Lucas Vázquez.
  • Real Madrid – Chelsea: Saliendo desde el banquillo en la segunda parte, con 0-3 a favor del equipo inglés, Rodrygo marca, de volea, el gol que rescata al Madrid y envía el partido a la prórroga.
  • Sevilla – Real Madrid: Entra al campo al comienzo de la segunda parte, con el partido 2-0 para el Sevilla, marca el 2-1 y asiste a Benzema en el 2-3.
  • Osasuna – Real Madrid: No marca ni asiste, pero provoca los dos penaltis que falla Karim en ese encuentro. Además, según WhoScored dio 4 pases clave (el que más, empatado con Benzema), hizo 3 regates con éxito (el que más) y tuvo un 93% de acierto en el pase (sólo por detrás del 94% de Camavinga).
  • Manchester City – Real Madrid: Sale de titular y juega 70 minutos. El equipo está mal y él también. Le llegan pocos balones y además, él no hace nada destacable. Es su partido más flojo en este periodo.
  • Real Madrid – Español: El Madrid necesitaba un punto para cantar el alirón con cinco jornadas por disputarse, así que Ancelotti hizo rotaciones. Para evitar complicaciones, Rodrygo cierra la Liga marcando los dos primeros goles del partido antes del descanso.
  • Real Madrid – Manchester City: Sale en la segunda parte. El City marca en el 72. Rodrigo le da la vuelta al encuentro con dos goles en el 90 y en el 91 y manda, otra vez, la eliminatoria a la prórroga. En la prórroga asistirá a Benzema dentro del área, que será derribado por un defensa rival. Penalti y el resto es historia.

Total: Siete partidos en los que ha jugado unos 554 minutos, ha marcado 6 goles, ha dado 2 asistencias y ha provocado 2 penaltis, lo que supone producir un gol o un penalti cada 55 minutos. Y esto en partidos contra el Chelsea, el City o el Sevilla, en los que sus goles han sido el inicio de las remontadas. O el del Español que, aunque fuera un rival menor, suponía ganar la Liga, estando acompañado en ataque de Asensio y Mariano, que no son lo mismo que Benzema y Vinicius.

¿Será magia si Rodrygo le remonta en la final al Liverpool? Juzguen ustedes mismos. La prensa dirá que sí. Yo creo que simplemente el chaval es muy bueno.

También quiero hablar de los planteamientos de Ancelotti, que son la última pieza en este puzzle: El once que suele sacar a mí no me gusta, porque suele tener a la CMK (que ya digo que en 2022 se ve superada por el ritmo intenso de los equipos más potentes de Europa) y la refuerza poniendo a Valverde de extremo o, lo que es lo mismo, fuera de posición. El equipo suele verse superado, con mayor o menor amplitud, por el rival. Pero gracias en gran medida a la calidad individual de sus jugadores, llega al tramo final de las eliminatorias vivo. Con el agua hasta el cuello, pero vivo. Es entonces cuando Ancelotti desmonta la CMK, mete a Rodrygo y a Camavinga y recoloca a Valverde en su posición natural, donde el uruguayo multiplica su rendimiento. Resultado: una vez que Ancelotti ha hecho los cambios, el Madrid no ha perdido calidad (porque los que entran son muy buenos), ha ganado músculo en el centro del campo (con Valverde y Camavinga), lo que le permite robar más balones y jugar un fútbol más directo e intenso, así como hacer una presión adelantada que con la CMK no puede hacer. Y finalmente añade potencia de fuego con Rodrygo en la línea de delante. Otro elemento importante en estos cambios es que la energía juvenil de Rodrygo y Camavinga se nota más cuando ellos salen desde el banquillo y están frescos, mientras que el rival acumula minutos y cansancio en las piernas. Entonces las diferencias físicas se hacen enormes. El ejemplo de esto está en los dos tantos del brasileño al City, ya que éstos vienen precedidos de sendas jugadas frustradas, en las que el Madrid recupera la pelota sin prácticamente dejar salir al City de su área: El primero es el pase de la muerte al que no llega por poco Asensio y Cancelo, ante la proximidad de Vincius, la tira directamente fuera. El Madrid saca, lleva el balón hasta Camavinga, éste la pone a Benzema y éste cede para el primero de Rodrygo. En el segundo, Vinicius intenta una internada por su banda, pero la pierde. Cuando el City trata de salir, aparecen como rayos Nacho y Camavinga para robar la pelota, y la jugada acabará en el segundo tanto. Es decir: Mucha más fuerza y energía para asfixiar al rival y que la calidad haga el resto.

En resumen: no es magia, es que son muy buenos. Sé que tanto los periodistas antimadridistas como los sensacionalistas prefieren hablar de la magia, la épica o “las cosas raras” que pasan en el Bernabeu. Pero todo es mucho más sencillo que eso: Más fuerza y calidad que el rival, suele conllevar mejor juego y más posibilidades de hacer goles. Si el Madrid tiene eso en los minutos finales, hace goles en los minutos finales. Sencillo. Me parece, ¿no?

PD: Una duda que me asalta, respecto de la suerte: ¿Por qué se le llama suerte a marcar en la última jugada del partido y, sin embargo, marcar en la primera jugada es “salir enchufados”? ¿Por qué marcar dos goles en las últimas jugadas, como hizo Rodrygo, es suerte, y no lo es marcar en las dos primeras llegadas, como hizo el City, condicionando toda la eliminatoria? Supongo que en la libreta de Guardiola no ponía: “Hacemos dos goles nada más empezar y así obligamos al Madrid a arriesgar y esto nos permitirá tener más ocasiones…”. No creo que esto estuviera en los planes de Pep. Pero ocurrió y nadie habló de suerte.

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