El pequeño Benzema

En esta pocilga de la Liga del fútbol español, donde los racistas chapotean en el fango, mientras berrean aquel lema de que “Vinicius provoca” para justificar sus animaladas…En este pozo de corrupción donde tras dos décadas de negreirato todavía hay que aguantar cánticos de “así, así gana el Madrid” cada vez que un árbitro pita algo a favor del equipo visitante, cuando éste es el rey de Europa… En este lodazal que entre prensa, aficiones y dirigentes, han hecho del fútbol español… Aparece de cuando en cuando el brillo de un chaval, más bien bajito, de piel oscura y cara de niño, que hace magia y te reconcilia con el fútbol. Momentos en que recuerdas por qué te gusta este deporte, que en España nos hemos empeñado de enmierdar hasta límites surrealistas.

Antes de que el gran Karim Benzema termine de apagarse, ya ha emergido su pequeña encarnación: Rodrygo. Quizá la falta de envergadura le privará de ser el 9 blanco de la próxima década, pero su fútbol recuera tanto al de capitán francés…. Esa punta de velocidad que tenía Karino, esa forma de combinar con sus compañeros, esos regates de pura magia, el debate de si debe ser el 9 blanco o no, esos fallos ante goles fáciles, impropios de un jugador de su calidad y talento; y esos golazos que por su calidad y talento parecen fáciles…

El piropo que Ronaldo Nazario, ídolo juvenil del gran Benzema, le lanzó a Guti cuando le preguntaron que cuál de los Galácticos le había sorprendido más: “Guti, porque hace que el fútbol parezca fácil”. Hoy Rodrygo lo ha vuelto a hacer. Ha marcado dos goles que, al verlos, te preguntas: ¿Es así de fácil? Y, sin embargo, son dos golazos. El primero, de falta, por el lado del portero. No ha ido a la escuadra, ha ido recto, junto al palo largo. El portero, que normalmente espera que se la manden al lado de la barrera, ha hecho la estatua. Sólo ha movido la cabeza para seguir la trayectoria del esférico, como un espectador más, quizá porque a él también le fascina el fútbol de Rodrygo. ¿Una falta en la frontal? Fácil, no hay que tirar a la escuadra, sólo ponerla dentro de la portería así… Fácil… ¿O no? Que se lo pregunten al resto de los especialistas de élite.

Pero es que el segundo gol que se ha inventado, mareando al defensa que trataba de frenarle sin saber por dónde le estaba dando el viento y, sin necesidad de irse de él, volviéndola a pasar a la red… Es como si se hiciera el silencio, como si toda la mierda que rodea a esta Liga putrefacta desapareciera por un instante. En unos pocos segundos llenos de habilidad, creatividad y plasticidad, te olvidas de todo y, sí, de verdad, te reconcilias con el fútbol.

Ya lo dije hace un tiempo del negreirato y de toda la corrupción culé y lo repito, extendiéndolo a los racistas y antimadridistas que creen que todo vale para desahogar sus odios y frustraciones: Lo que molesta no son vuestras corruptelas y vuestra hedienta forma de entender el deporte, no me molesta que hayáis corrompido la Liga, que hayáis arruinado a vuestros clubes, que todo lo que tocáis sea polémica y odio y que hayáis echado a perder lo que no hace tanto era la mejor liga del mundo… Lo que me molesta es que estáis manchando las competiciones en las que juega Rodrygo Goes, el artista, el mago, el pequeño Benzemá.

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