Justo al acabar el parón FIFA, con dos o tres días de margen antes de que los periódicos deportivos llenen sus portadas con los últimos resultados de las ligas de cada país…. Mejor lo digo de otro modo: justo en el momento en el que menos noticias deportivas hay, son grabados dos señores enmascarillados, saliendo de un aeropuerto y siendo recogidos por otro hombre, también enmascarillado. El fotógrafo que lo capta todo sabe perfectamente que debajo de las mascarillas se esconden las caras de Mino Raiola, papá Haaland y el chófer de Joan Laporta. El fotógrafo es un freelance que vive de vender a la prensa lo que fotografía y/o graba, así que va corriendo a vender las imágenes a la prensa. Y la prensa, cómo no, reconoce enseguida a Raiola, al exfutbolista que le acompaña y al inconfundible chófer de Laporta. Porque, ¿quién dentro del mundo del periodismo deportivo, no conoce de memoria los famosísimos e inconfundibles ojos del chófer de Laporta?

Ya sin fotógrafos de por medio, “trasciende” que la reunión entre los representantes de Erling Haaland y el presidente culé ha durado dos horas. Entre los aficionados culés se dispara la euforia de inmediato.

Por la tarde, los enmascarados Raiola y papá Haaland, ya esta vez sin el inconfundible chófer de Laporta, son reconocidos de lejos, en un coche, en Madrid. Otra vez, pillada casual (?) por parte de la prensa. E, inmediatamente, “trasciende” que los enmascarados se han reunido con directivos del Madrid.

Todo esto acapara las portadas de los medios digitales españoles durante todo el día. Lo que no sale en portada, sino en un apartado pequeñito y casi invisible, es que al día siguiente el circense Raiola sigue por la Pérfida Albión, presentando su producto a Manchester City, Chelsea, Liverpool y Manchester United.

Es decir que, si nos ceñimos a los hechos, Raiola está dándose un tour para tantear a los grandes equipos europeos y punto. Algo de lo que no se puede extraer nada más allá de lo que ya era evidente en su momento: Haaland no va a hacer carrera en el Dortmund, sino que buscará un “grande” donde ganar dinero a espuertas y, al mismo tiempo, competir por ganar la Champions cada año. Y su repre, Raiola, viaja a hacer el trabajo que le toca acompañado del otro asesor de Erling, su papá.

Expuesta la realidad, lo que se nos ha vendido a los espectadores es que Laporta está maniobrando para hacerle un hueco a Haaland. Que Laporta es amigo de Raiola y que además es un mago de las finanzas….

Todo esto ha hecho salivar a muchos culés, aficionados y periodistas. Evidentemente, el fotógrafo que captó a Raiola y papá Haaland en el aeropuerto de El Prat de la ciudad condal, no estaba ahí por casualidad. Ni se puso a grabar a dos personas al azar que resultaron ser los ya mencionados. Ni, por supuesto, reconoció al chófer de Laporta por su inconfundible mirada. El que fue a grabar aquello, sabía lo que iba a grabar y quiénes iban a ser los protagonistas. Y cuando las imágenes llegaron a las redacciones de los principales medios, los redactores ya sabían quién era cada cual. Incluido el famoso chófer de Laporta, al que es de suponer que sólo pueden reconocer por su mirada su madre, su esposa y el propio Laporta.

Después alguien “filtró” la supuesta solidez del proyecto de don Joan, que no sólo piensa en retener a Messi, sino en traer a Haaland. O sea que va a cumplir todos los sueños húmedos de la parroquia culé y lo va a hacer este mismo verano, independientemente de la sequedad de las arcas. Y luego se fumará un puro mientras masculla: “Me encanta que los planes salgan bien…”. Porque Laporta y sus huevazos son así de grandes. De hecho el presi culé debería llamarse John Hannibal-Laporta Smith.

Pero como a Griezmann y Coutinho no los puedes vender por el tema de las amortizaciones (y porque lo que cobran en Barcelona no lo van a ganar en ningún lado), estos medios de comunicación no se meten a desgranar cómo se sostiene un club en ruina, con los mayores salarios del mundo. Porque aparte de lo que cobra Messi y de lo que cobraría Haaland (que ya sería algo difícil de afrontar para cualquier club del mundo, por muy solvente que fuera), hay que añadir los disparatados salarios de la plantilla en general (a la que se le adeuda dinero a un 3% de interés, todo sea dicho), y los de Griezmann y Coutinho en concreto.

El sueldo del brasileño está entre los 11 y los 13 millones netos, según la fuente que consultes. Esto significa cobrar a la altura de las grandes estrellas del planeta. Por hacernos una idea, en el Liverpool los mejor pagados son Salah y Thiago, que cobran unos 12 millones.

Pero si lo de Coutinho es un salario excesivo, lo de Griezmann es de locos. Su sueldo son unos 23 millones netos, lo que le sitúa en el escalón más alto, sólo por debajo de Messi, Neymar y Cristiano Ronaldo. A una altura similar a la de De Gea, que firmó en su día un contrato que no se cree ni él (y es el mejor pagado de la todopoderosa Premier League) y por encima de gente como Lewandowski o lo que actualmente gana Mbappe.

A esto hay que añadir que si Messi renueva con el Barça, no aceptará dejar de ser el que más gane del equipo, así que, aunque reduzca notablemente su ficha (lo que tendrá que hacer, porque nadie va a pagarle lo que cobra a día de hoy), su sueldo seguirá siendo un disparate.

Con todo esto, ¿vas a ser capaz de sumar el salario descomunal que cobrará Haaland hijo, acabe jugando donde acabe jugando? Porque en tu club, Haaland no va a cobrar menos que nadie. Evidentemente, el Barça no puede pagar esto.

No me voy a extender en este tema, porque argumentos y motivos para pensar que el Barça está a la cola de los candidatos a fichar a Haaland hay de sobra. Las posibilidades de que el noruego acabe recalando allí son nulas. Salvo que se dé una ilegalidad manifiesta por parte de Laporta, Roures y Cía., que ocurrir… podría ocurrir, pero en principio creo que es algo que hay que descartar. Pensemos que no.

Sin embargo, el relato que nos han contado los medios (españoles) es el de que Laporta está exhibiendo músculo y el de que existe una guerra entre Madrid y Barça por Haaland. Y esto ha ilusionado a parte de la parroquia blaugrana que ve en su nuevo (o viejo) presidente al mesías que antes veía en Messi. Una guerra absolutamente ficticia, porque el Madrid en el terreno de los fichajes no está en guerra con nadie y menos aún con el Barça actual, que ni siquiera le ha podido disputar el fichaje de Alaba, que es gratis.

En fin, todo un ejemplo de manipulación periodística, que le viene muy bien a Raiola (cuantos más clubes pueda decir que están pujando por su cliente, más comisión podrá sacar) y a Laporta (pues le hace parecer más poderoso de lo que realmente es).

Cuando te paras a pensar y ves la distancia que hay entre el relato periodístico, en el tema del fútbol, y la realidad de los hechos, te pones a temblar (el ejemplo que más viene a cuento fue aquello de “cantera contra cartera”, y luego resulta que los de la cantera han tirado tanto de cartera que se han quedado sin billetes). Porque si manipulan con esta facilidad en el tema del fútbol, que es un ámbito donde resulta fácil desmontar ciertas mentiras, ¿qué no hacen cuando se habla de sociopolítica, geopolítica o derechos humanos?

PD: Entiendo que Laporta y sus fans crean que todo este bochorno en realidad es algo bueno, pero a mí sólo me produce vergüenza ajena. He escuchado a más de uno decir algo así como “aunque sea difícil ficharle, con Laporta al menos estamos ahí…”. Ahí, ¿dónde? ¿En el mismo sitio que Bartomeu con Neymar los dos últimos veranos?

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