En ocasiones, lo más evidente también hay que decirlo.

Venimos de un periodo en el que el máximo rival ha ganado más torneos ligueros que el Real Madrid. Es curioso que varios jugadores madridistas hayan ganado más Champions que Ligas.

Más allá de las polémicas arbitrales, el Barça ha ganado más Ligas en ocasiones porque jugaba un mejor fútbol, especialmente con Guardiola, pero en otras muchas porque ha mantenido una gran pegada.

Ernesto Valverde ganó dos ligas, pero a los culés no les gustó el juego de su equipo. Sin embargo, tener a Messi o a Suárez resolvía muchos partidos. Ya en la época de la MSN, con Luis Enrique como entrenador, el Barça ganaba más por calidad individual, por la pegada de sus jugadores, que por el buen juego.

Si Messi, Suárez y Neymar estaban inspirados, era absolutamente imposible pararles.

Pero Neymar se fue para no volver y a Messi y Suárez se les empiezan a notar los años. Griezmann y Ansu Fati prometen hacer muchos goles las temporadas venideras, pero no será lo mismo.

Hablo primero del Barça para que entendamos el contexto: en la Liga española, nos guste o no, los grandes pueden ganar al menos la mitad de los partidos sólo por la diferencia de contundencia en las áreas.

Al Madrid post-CR7 le falta gol. Esa es otra evidencia tan clara que no necesitamos comentarla más.

Los próximos años, Madrid, Barça y Atlético tendrán momentos de buen juego, de mal juego y de juego regulero. Lo que va a determinar quién gana más ligas será la pegada. El Madrid de Los Galácticos, ganó la Liga en la última temporada de Del Bosque sólo por la pegada. Por eso Florentino y Valdano destituyeron al que llegaría a ser entrenador nacional. El juego no era bueno. Se ganaba por las paradas de Casillas y los goles de los Ronaldo Nazario, Raúl, Zidane, Figo…

Además del dónde venimos, el futuro parece que acentuará esta tendencia: tras la crisis del Covid 19 seguramente la distancia entre los grandes y los pequeños se hará mayor. El Madrid parece ser el equipo que mejor puede capearla y por tanto, el que estará en mejor disposición de fichar jugadores.

Todos los caminos conducen a un jugador: Mbappe. Con el francés y la consagración de alguno de los jóvenes, el Real Madrid ganará la pegada que necesita para llevarse las Ligas casi por inercia.

Pero antes de hablar de fichar a Haaland, habrá que ver la evolución, la próxima temporada, de Jovic y Rodrygo. En menor medida la de Vinicius, que parece que está mejorando su puntería. También habrá que observar al propio Haaland, que seguramente hará menos goles que este año, pero veremos en cuánto se queda.

También es casi seguro que el Barça o el Atleti no tendrán dinero para grandes desembolsos, con lo que su delantera tendrá que sobrevivir con lo actual, y con alguna ganga del mercado que salga sorpresivamente bien. En este tipo de aguas probablemente se moverá mejor el Atleti.

Pero más allá de lo demás, la clave es Mbappe. El francés no sólo marca goles, sino que también los regala. Lo tiene todo: Velocidad, técnica, regate, visión de juego, olfato goleador… Con Mbappe y la política de fichajes actual del Madrid, si las lesiones y otros desastres no lo impiden, parece evidente que los blancos dominarán la próxima década en España. Otra cosa será Europa, pero ¿quién sabe?

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