¿Quién ve un partido de fútbol para ver jugar a los Raíllo, Maffeo, Fali, Alejo…? ¿Qué público internacional pagaría por verles jugar? Nadie. Y, sin embargo, últimamente son los protagonistas de nuestra Liga. Jugadores mediocres y leñeros que sólo salen por la tele porque pueden dar impunemente patadas, guantazos, codazos… a Vinicius y Rodrygo. Y porque después de moler a palos a los jóvenes talentos del Madrid, les llaman los medios de comunicación para que cuenten sus hazañas. Y ellos, con tantas limitaciones verbales como futbolísticas, se jactan de sus malas artes. Y acusan a los madridistas de haberles mirado mal. Y luego se van a casa, se toman unas galletas y un vaso de leche, y se echan a dormir tranquilamente.

El año pasado Raillo hizo una entrada a Rodrygo que le mandó directamente a la enfermería. Directamente. Tuvieron que llevarle entre dos, para porque no podía ni apoyar el pie. Una entrada de roja, que se quedó en amarilla gracias a la amabilidad arbitral. Pues el señor Raillo todavía salió en los medios a decir que era Rodrygo el que le había hecho falta a él, pero que como Rodrygo vestía de blanco… ¡¡Todavía se quejaba, el sinvergüenza!! Y este año, después de jugar contra el Madrid, acusaba a Vinicius de provocador por hacer exactamente… Evidentemente, no dijo nada concreto que hubiera hecho Vini que demostrara que era un provocador. ¿Qué acciones concretas convierten a Vinicius en un provocador? Porque tirarte un caño, o romperte la cadera de un amago no es provocar. Es, simplemente, ser más hábil que tú.

Fali, el otro día, hace exactamente lo mismo. Agrede a Rodrygo (y vean que insisto en Rodrygo, porque al que acusan de quejica y cuentista es a Vini, pero a Rodrygo también le agreden) y luego sale el tipo a criticar a Vinicius o al propio Rodrygo, que ya no me acuerdo de tantas tonterías que soltó, sobre que les había dicho que iban a bajar a segunda. Y cuando el entrevistador le pregunta: “¿Te dijo a ti que ibais a bajar a segunda?”, la respuesta, como si fuera un vulgar Raillo: “No, a mí no… Dicen por ahí, que dicen que han dicho que…”. Y en otro lado, además, reconoce que en el fútbol los jugadores se dicen de todo y no pasa nada. Pues hombre, si os decís de todo intuyo que lo de bajar a segunda no es precisamente lo más grave. Me imagino referencias sexuales a familiares, referencias a la capacidad intelectual, a antepasados muertos, etc.. Y me imagino que tú participas alegremente de ello… Porque es lo que se deduce de tus propias palabras.

Fali, Raillo, Alejo… Acusan a Vinicius de malos modales, de provocar, etc.. Pero les invito a ustedes a buscar en qué exactamente consisten los malos modales o las provocaciones de Vinicius… De hecho, lo único que se le ha criticado a Vinicius desde dentro del club blanco es de caer en las provocaciones rivales. Lo que se le ha pedido en público y en privado es que aprenda a no caer en esas provocaciones. Pero nunca, jamás, ha transcendido que haya habido ningún toque de atención por ser él el provocador.

Pero el Fali, Raillo, Alejo y otros muchos… sólo son una caterva de malos jugadores, con poca educación (y no me refiero solo a los valores que no tienen, sino a que necesitan videotutoriales que les expliquen cómo se hace eso de leer un libro), incapaces de jugar al fútbol, con más de matones de barrio que de futbolistas.

El problema es que a Tebas, Roures y Rubiales les debe hacer gracia que estos gorilas se dediquen a repartir patadas y manguzadas a los jugadores del Madrid impunemente. Tal vez porque así puede competir el Barça la Liga y evitamos que sea un monólogo blanco año tras año. Y tal vez en sus mentes debe parecer que para hacer el producto más atractivo es mejor la alternancia de campeones en un campeonato de navajeros, que un fútbol limpio y de calidad en el que gane casi siempre el mismo. Especialmente si ese “mismo” va de blanco.

Pero la realidad es que el Barça compita o gane la Liga es casi lo de menos. El problema es que por el camino la Liga se devalúa. Porque si a los matones de barrio se les eleva a la categoría de héroes y se les promociona y se les da bombo por pegar a los jugadores del Madrid… Vale, frenas al Madrid… Pero ¿qué pasa en los partidos en los que no juega el Real Madrid, que son el 90% de los encuentros ligueros? ¿Qué pasa en los partidos donde el equipo de unos leñadores se tiene que enfrentar al de otros leñadores? ¿Cómo vas a vender su violencia, sus patadas, “el otro fútbol” con que sustituyen el fútbol de verdad? ¿Qué clase de tarado se va a interesar por ver a un puñado de jugadores que no sólo son capaces de dar dos pases seguidos, sino que enfangan el partido con patadas, guantazos y empujones, porque es lo único que se les da bien? ¿Qué clase de tarado llamaría a eso “espectáculo”?

¿Quién va a pagar por verlos jugar? Con estos mimbres, ¿cómo vendes un Mallorca – Cádiz? Sí, vale, en España da mucha audiencia que cualquier mediocre linche a un jugador madridista y luego salga diciendo burradas en la prensa. Da mucha audiencia a las radios, muchas visitas a las webs, etc.. Pero la cosa acaba ahí. El producto en global, se devalúa. Porque, en primer lugar, el madridismo, que es la afición más grande de España no va a pagar más para ver cómo pegan a sus ídolos y cómo encima se ríen de ellos. Porque, en segundo lugar, siempre es más atractivo de ver un Sergio Canales que un Fali, en ese 90% de los partidos en los que no juega el Madrid. Y porque, en tercer lugar, tu producto tienes que orientarlo a la audiencia internacional, si quieres competir contra las otras grandes Ligas, y para ello debes dar una imagen de fútbol de calidad, de arbitrajes justos, etc.. La morbosa jactancia de ver cómo Fali pega a los talentos madridistas y luego se pasea por los medios como un héroe de la burrería, no ayuda a vender la competición. Si la Premier vende más, también es por esa imagen trabajada de años de competición limpia, con buenos arbitrajes, con jugadores que si bien son duros, siempre juegan con nobleza, en la que hasta el peor equipo tiene a algún jugador con talento… Mientras la Liga vende una piara de cerdos rebozándose en el fango al grito de “al Madrid le regalaba las Champions Franco…”. ¿Quién compra eso?

Evidentemente, si se pusiera a los leñeros como lo que son, mantas que no saben pegarle a un bote, si se les amonestara por sus agresiones y no fuera rentable tenerlos en tu equipo, a lo mejor, digo, a lo mejor, los que dirigen clubes como el Mallorca o el Cádiz buscarían jugadores más talentosos que violentos. A lo mejor, si “el otro fútbol” no fuera rentable, los que planifican las plantillas de los equipos de la Liga, buscarían jugadores que supieran jugar al fútbol de verdad. Y a lo mejor, el nivel futbolístico de la Liga subiría.

Y sí, es cierto, ni el Mallorca ni el Cádiz tienen la capacidad de fichar a un Salah, o a un De Bruyne. Evidentemente. Pero, dentro de sus posibilidades, tratarían de tener mejores futbolistas que versiones cutres de Harry El Sucio.

Y, a lo mejor, quizá, a lo mejor, en esa búsqueda de buenos futbolistas, el Cádiz puede encontrarse un día con un Mágico González. Y, a lo mejor, sólo a lo mejor, el Mallorca puede encontrarse un día con un Samuel Eto’o… Que estas cosas han pasado, han sido reales.

Y, a lo mejor, si en el Mallorca – Cádiz ves que saltan al terreno de juego mayor cantidad de futbolistas que de leñadores, a lo mejor, digo, a lo mejor aparecerá gente dispuesta a pagar por ver ese partido. Y a lo mejor sube el nivel general de la Liga. Y, a lo mejor, digo, a lo mejor, el Madrid no sería el único equipo capaz de dar la cara en Europa y… A lo mejor, tal vez, quizá nos evitaríamos la vergüenza que nos han hecho pasar este año Sevilla, Atlético y Barcelona en la Champions.

Vamos, digo yo.

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