El Cholismo sigue al pie del cañón y el Atlético vuelve a salir campeón de Liga. No le quiero quitar méritos a los rojiblancos. Han necesitado 86 puntos para lograr el camponato, superando en 16 los que hicieron la temporada pasada. Dijimos al principio de la temporada, que las probabilidades de éxito rojiblanco dependerían del nivel que dieran sus delanteros (aunque nos equivocamos al contar con Diego Costa y no con Marcos Llorente), pues lo demás era de esperar que funcionara como suele funcionar. Pues bien, el Atlético ha marcado este año 16 goles más que el anterior. Y 16 puntos más que ha conseguido. Suárez ha terminado marcando dos goles clave en los dos últimos partidos.

El éxito rojiblanco se forjó en la primera vuelta, con 50 puntos de 57 posibles (88%), y en una recta final, en la que, tras empatar con el Barça jugando mejor que los culés, ganaron los cuatro últimos encuentros. Entre medias hubo un bajón enorme de 15 jornadas, donde apenas se sumaron 24 puntos de 45 posibles (53%). ¿Y por qué esa diferencia de conseguir el 88% de los puntos, lo que te ponía el título liguero en bandeja, a rascar sólo el 53%, lo que te llevaba a perderlo? Las causas probablemente sólo las sepa Simeone. Pero nosotros volvemos a nuestra hipótesis de los delanteros:

Joao Félix marcó 6 de sus 7 goles en los 19 primeros encuentros. Así que se ha pasado la segunda parte de la temporada sin marcar más que 1 gol.

Llorente mantuvo la regularidad, marcando 6 goles en la primera vuelta y otros 6 en la segunda.

El caso de Luis Suárez, aparentemente es similar al de Llorente, porque marcó 11 goles en las 19 primeras fechas y 10 en las segundas. Pero su estadística tiene truco, porque en las jornadas 20 y 21 hizo un total de 4 tantos. Y, como dijimos al principio, en las dos últimas jornadas hizo sendos goles. Por lo cual, si quitamos los dos primeros encuentros de la segunda vuelta, y los dos últimos, entre medias nos encontramos con un páramo de 15 jornadas en las que Suárez hizo apenas 4 goles. Tampoco es que las jugara todas, no hablamos de eso, sino de lo que te aporta tu hombre-gol. Y el hombre-gol del Atlético, que es Suárez, durante casi una vuelta entera, aportó muy pocos goles.

(NOTA: El Atlético jugó la jornada 2 entre la 23 y la 24, así que estamos contando que la jornada 23 para el Atléti fue la 22, la 22 fue la 21 y así sucesivamente.)

Así que esto nos lleva a que hubo un tramo importante de la temporada en la que desaparecieron Joao Félix y Luis Suárez. Uno porque quizá debido a su juventud no tiene la regularidad suficiente y otro porque quizá debido a su edad no tenga físico suficiente para mantener un nivel alto partido tras partido.

Sin embargo, el Atlético aguantó el tirón y se llevó el campeonato. Sus 86 puntos son sólo uno menos que los 87 con los que se proclamaron campeones Madrid y Barça en las temporadas anteriores. Así que no se les puede decir que no lo hayan merecido y nadie con dos dedos de frente dirá: “no lo ganásteis vosotros, lo perdimos nosotros”. Todo lo contrario. Felicidades Atlético.

El Madrid se ha quedado a dos puntos del Atleti, luchando hasta el final, ganando a todos los equipos importantes del campeonato en los duelos directos… Pero enfrentándose a dificultades internas y externas… Una externa es la del tema arbitral, que no vamos a entrar aquí porque ya lo hemos comentado otras veces, y porque ya se está hablando en otros lados. Pero no porque no exista.

En lo que podríamos decir que es una dificultad que está en la frontera de lo externo y lo interno, es en el tema de las lesiones. Más de 60 lesiones en esta temporada. Todos los equipos han tenido más lesiones de lo habitual por carecer de pretemporada y porque el calendario estaba muy apretado. Pero nadie ha tenido tantas como el Real Madrid. Habrá que estudiar las causas. Lo cual no quita que haya situaciones como la de Hazard, que probablemente no se puedan impedir y que a estas alturas sólo se pueden calificar de mala suerte. El belga no es capaz de aguantar dos semanas de pie, prácticamente desde que fichó. Y era el crack llamado a ser la estrella del equipo hasta la llegada un galáctico más joven.

En cuanto a las dificultades internas está el vínculo emocional de Zidane con ciertos jugadores. Zidane es un gran entrenador y le da al equipo mucho más de lo que le quita. Pero este año es responsable de que hayamos tenido que ver más veces sobre el césped a Isco y a Marcelo que a Odegaard y a Miguel Gutiérrez. Y a medida que han ido pasando las jornadas, esta realidad se ha ido volviendo más y más incomprensible desde lo racional. Dos jugadores veteranos que, contando con esta, ya llevan 3 años seguidos por debajo del nivel necesario para jugar en el Real Madrid, cerrándole la puerta a dos jóvenes talentosos que sólo necesitan un pequeño empujón para confirmarse en la élite. Esto sólo se explica por la hipoteca emocional de Zidane con Isco y Marcelo.

Muy por el estilo es el caso de Asensio y Rodrygo. Aunque no tan grave, porque el brasileño ha estado parte de la temporada lesionado, porque cuando ha estado disponible ha salido con bastante regularidad (y en ocasiones ganándole la titularidad a Asensio) y porque el mallorquín tiene atenuantes que pueden justificar su titularidad. En primer lugar, aunque su rendimiento no justifica sus minutos en el campo, si es verdad que ha habido momentos en los que ha dejado destellos de calidad, y al final ha acabado haciendo 7 goles entre Liga y Champions. Nada del otro mundo, pero al final ha sido el segundo máximo goleador de la temporada, tras Benzema. Otro de los atenuantes es que Asensio es algo más joven que Isco, y bastante más que Marcelo, con lo que, a pesar de sus 25 años, existe la posibilidad de que mejore, aunque algunos la veamos remota. Y, sobre todo, que el año pasado estuvo casi toda la temporada lesionado y se suponía que ésta iría subiendo su nivel paulatinamente… Aunque al final no ha sido así.

Acabada la temporada es evidente que si Isco, Marcelo y Asensio hubieran estado más tiempo en la grada (nunca mejor dicho) y en su lugar hubieran dispuesto de más minutos Odegaard, Gutiérrez y Rodrygo… el Madrid habría logrado más puntos. Y sólo le faltaron dos para llevarse el campeonato.

De cara al futuro, no obstante, los blancos son el equipo que mejor parado sale. Si se confirman este verano las llegadas de Alaba y Mbappe, y todo apunta a que sí, el equipo verá rejuvenecida su defensa y mejorada su delantera. Teniendo en cuenta que con el paso al frente dado por Militao, con un Nacho en plenitud, con un Odriozola que ha elevado el nivel en esta recta final, con un Miguel Gutiérrez que ha demostrado que está preparado para jugar en el primer equipo… El Madrid puede prescindir tranquilamente de Sergio Ramos y puede que hasta de Varane, si llega una buena oferta. A Lucas Vázquez habría que renovarle, eso sí, porque no parece que se pueda contar mucho con Carvajal, cuyo historial de lesiones no para de engordar, lo que en la práctica podría dejar a Odriozola como único lateral derecho realmente disponible en la mayor parte de la temporada.

Para seguir hablando de los jóvenes, decir que Vinicius ha ganado en experiencia, sigue acumulando partidos y, aunque sigue siendo fallón de cara al gol, ha vuelto a ser decisivo en momentos importantes, eliminando ni más ni menos que al Liverpool. Personalmente creo que en las últimas jornadas estaba demasiado cansado como para marcar las diferencias. La dimisión física de Hazard y la falta de alternativas, han llevado a Zidane a exprimir al brasileño, que no ha vuelto a ver puerta desde el doblete contra los “reds”. Partido, por cierto, en el que ya se le vio agotado en sus últimos contactos con el balón. Habrá que ver si con el depósito lleno la próxima temporada, es capaz de ver puerta con mayor facilidad.

Por último, quiero hacer una mención especial a Rodrygo. Si Vini nos genera dudas, por aquello de que no termina de marcar goles… Con Rodrygo no tengo duda ninguna. Estoy seguro de que, si no fuera por la querencia de Zidane hacia Asensio, Rodrygo se habría ganado ya la titularidad indiscutible. Como botón de muestra, ha terminado la Liga marcando un gol en la jornada 36, dando una asistencia en la 37 y otra en la 38. Ha participado decisivamente en una jugada de gol en cada uno de los tres últimos partidos. Y, aunque ha marcado sólo 2 goles entre todas las competiciones, a mí no me cabe ninguna duda acerca de la capacidad realizadora de este chico. Sólo necesita dos cosas: que le den continuidad y que sus compañeros se acostumbren a buscarle con frecuencia. Sólo con eso los goles y las asistencias (ha repartido 8 en este curso), llegarán por sí solas.

En resumen, entre lo que parece que va a fichar y lo que tiene en casa, el futuro inmediato del Madrid es prometedor.

Todo lo contrario que el Barça, cuya temporada puede calificarse de éxito, a pesar de desmoronarse en Liga y cumplir la tradición de salir de la Champions goleado. Han ganado la Copa del Rey, porque cuando se enfrentaron al Granada, este equipo estaba presente en tres competiciones y eso se les notó en un final de partido en el que se derrumbaron. En Can Barça lo celebraron como si el equipo hubiera crecido. No fue realmente así, sino que se trató de un desplome físico del Granada (vuelva a verse el partido si lo duda), aunque evidentemente el equipo culé luchó hasta el final. Luego el PSG en Champions (1-4 a domicilio) y el Sevilla en Copa (2–0) devolverían al Barça a la realidad. Pero, cuando llegó la vuelta de la Copa, el Sevilla se encontraba en su peor momento de la temporada. Y el Barça apretó los dientes. En los últimos minutos Ocampos falló un penalti, o lo paró Ter Stegen, lo que sembró de dudas al equipo hispalense y en la última jugada del encuentro, Piqué se vistió de Sergio Ramos y mandó el partido a una prórroga que inevitablemente sólo podía caer de un lado. Dos rondas eliminatorias en los que si bien el Barça luchó con coraje, tuvieron más suerte que juego. Pero una vez llegados a la final, eran los grandes favoritos ante un Athletic de Bilbao que este año han logrado convertirse en el primer equipo de la Historia que pierde dos finales de Copa del Rey en tan solo una semana, y que en ese momento no era ni una sombra de lo que fue en la Supercopa de hace unos meses.

En definitiva, que sí, que el Barça ha ganado el menos de los torneos, con suerte y mucho sudor, pero lo han ganado. Más allá de esto, es la primera vez desde tiempos de Rijkaard, que el Barça está dos años seguidos sin Liga.

Cuando Luís Suárez, al acabar el partido ante el Valladolid mencionó el dato de que para él era la quinta liga de las siete que lleva en España, pensé: Es verdad, el Barça se ha llevado 4 de las 7 últimas. Una estadística muy buena, pero que ya no es tan buena como las 8 de 11 que presumían hace dos temporadas. De hecho, es la mitad de buena. Y si lo reducimos al último lustro, serían 2 de 5. Y tal y como han acabado las cosas, el Barça no parte precisamente como favorito para la temporada que viene…

Las estadísticas empiezan a mostrar que el Barça va hacia abajo. Por primera vez en 3 lustros, los culés no alcanzan la barrera de los 80 puntos. Y la secuencia de puntos lograda en las últimas temporadas ha sido: 93 en la 17/18, 87 en la 18/19, 82 en la 19/20, y 79 en la 20/21.

Todos estos, indicadores de un declive culé que viene acompañado de una enorme crisis económica y de la posible marcha de Messi. Que esa es otra: que tu mayor apuesta de futuro sea renovar a un jugador de 34 años, por muy Messi que sea… me parece otro síntoma de declive. Pero no sólo deportivo, sino institucional.

Se tratan de consolar diciendo que tienen a los mejores jugadores jóvenes y que cuando éstos maduren, serán los amos del juego. La realidad es que el mejor que tenían, Ansu Fati, va de quirófano en quirófano sin saber si volverá a ser el de antes; que Dembelé ha hecho una buena temporada, por primera vez desde que está en el Barça, ya tiene 24 años…. Y está pensando en cambiar de aires. No ha renovado aún y le queda un solo año de contrato. Laporta baraja venderle… Que Pedri parece tener mucha calidad, pero en los momentos de la verdad aún no ha demostrado estar a la altura de lo que se espera de él. Puede ser cuestión de tiempo, de madurez… O puede que no sea tanto como se espera. Asensio e Isco hace unos años eran tan aplaudidos como él… y no, no se trataba de falta de madurez. Simplemente no son lo que se esperaba que fueran… En otras palabras, lo de los jóvenes es un clavo ardiendo al que se quieren agarrar en Can Barça. Porque, además, el Atlético y el Real Madrid también tienen sus jóvenes. De hecho, Joao Félix por parte de los rojiblancos y Rodrygo Goes por parte del Madrid, me parecen más prometedores que cualquier joven actual del Barça.

Así que, en definitiva: Atlético campeón. Felicidades. El Real Madrid puede tener un futuro muy bueno (aunque el futuro siempre está por construir). Y el Barça lo tiene muy negro. Ya veremos cómo sale de esta y lo que le cuesta.

Deja una respuesta