NOTA: Este articulo fue escrito en Marzo, poco antes del parón por coronavirus. Las posibilidades de que Messi se marche del Barça actualmente son menores (aún) ya que todos los clubes han perdido dinero con la crisis.

La peor pesadilla culé es que Messi se vaya del Barça

Messi amenazó en verano al club diciendo que el dinero para él no era lo importante, que lo importante era tener un proyecto ganador. Lo cierto es que tiene firmado un contrato según el cual puede marcharse cuando quiera. Pero igual de cierto es que ese mismo contrato le hace ganar 50 millones al año. Muchos euros para no importarle el dinero.

La amenaza de Messi probablemente iba dirigida a presionar al club a acometer el fichaje de Neymar. De ahí que Bartomeu y compañía se pasasen el verano haciendo teatro, para que Messi viera que se esforzaban mucho en tratar de complacerle. Pero el fichaje era imposible, porque Neymar tiene el segundo salario más alto del mundo, sólo detrás de Messi. Y si a este millonario desembolso en salarios había que añadirle entre 150 y 200 milllones del propio fichaje, la operación se tornaba imposible. Porque la caja del Barça está vacía, y ya habían pagado 120 millones por Griezmann, cuya ficha también es estratosférica.

Pero había que contentar a Messi, y si no se podía fichar a Neymar, había que fingir que se intentaba. Y a eso dedicó la directiva blaugrana los meses estivales, consiguiendo llenar las portadas de la prensa deportiva, especialmente la catalana, con fotomontajes de la que pintaban como la mejor delantera de la Historia: la MSN más Griezmann.

Esto pareció calmar a la estrella argentina y cuando Messi está calmado, el Barça está calmado. A diferencia del Madrid con Cristiano, en el Barça se han rendido tanto a su estrella, que han dejado que esté por encima de su propio club. En el Madrid siempre estuvo claro que ningún jugador, ni siquiera Cristiano Ronaldo, está por encima del club. Este principio, en el Barça, hace tiempo que voló por los aires. Y si Messi amenaza con irse si no le hacen un proyecto a su medida, toda la institución se pone a temblar.

Al mismo tiempo que Messi amenazaba y Bartomeu hacía teatro, el verano del Madrid consistía en perder partidos y encajar goles de forma contínua. Y cuando empezó la Liga, los blancos parecían estar algo más fuertes, pero no terminaban de carburar… Comento esto, porque los males del Madrid siempre alegran el espíritu culé. Y el dubitativo comienzo madridista, calmó las aguas culés.

Además, Griezmann es un gran jugador. No es Neymar, pero es un gran jugador. Y el Barça, cada vez que jugaba en casa, goleaba. Así que entre unas cosas y otras, Messi y el club se olvidaron de la amenaza del rosariño. Todo pese a que Leo nunca se creyó el teatrillo de la directiva, y así lo manifestó en la prensa sin tapujos. [Entrevistador: “¿Cree que el Barça hizo todo lo posible para ficharle?” Messi: “No sé. Sinceramente, no lo sé si hizo todo lo posible.” 12 de Septiembre, entrevista en el Diario Sport]

Los siguientes meses el Madrid fue mejorando, pero el Barça se mantuvo en el liderato. Además los culés se clasificaron con solvencia para octavos de Champions. El equipo no enamoraba, pero convencía. Además, había aparecido un niño, Ansu Fati, con aires de estrella, y eso siempre entusiasma a la grada.

Hasta que llegó el día del clásico en el Camp Nou. A partir de ahí todo se empezó a torcer. El Madrid le robó la pelota al Barça en su propio feudo, jugó mejor y mereció la victoria. Entre que el VAR no quiso ver dos penaltis clamorosos en el área blaugrana y la floja escasa pegada del Madrid, la cosa acabó en empate. Pero la sensación era de que el Madrid, aún en plena reconstrucción, les había pintado la cara en su propia casa.

Unas semanas más tarde, llegó la Supercopa con un nuevo formato. El Barça jugó bien contra el Atlético, pero los rojiblancos salieron vivos y se llevaron el partido. La final se la ganó el Madrid a los indios en los penaltis. Aquí las sensaciones empezaban a convertirse en certezas. Y si los males madridistas redundan en salud y alegría blaugranas, también se da el efecto contrario: cuando el Madrid levanta títulos, el Barça entra en crisis.

Tres días más tarde de que el Madrid gane la Supercopa, el Barça destituye a Valverde, un buen entrenador, contrastado y con experiencia, y pone en el banquillo a Setién, entrenador con más experiencia en segunda y segunda B, que en primera. Entre tanto, se lesiona Suárez.

Setién promete cruyffismo pero como ya hemos comentado en otros videos, lo que en realidad trae es el fútbol zombi. Con ese fútbol, el primer rival de cierta entidad, el Valencia, le pinta la cara al Barça y le quita el liderato de la Liga, en favor del Madrid. Dos semanas más tarde, el Barça es eliminado de Copa del Rey. Entre medias Dembelé se lesiona para toda la temporada. Pero a estas alturas, ¿quién contaba con Dembelé?

Para rematarlo, la directiva vende a varios canteranos que estaban siendo suplentes habituales en la primera plantilla. Dicha plantilla termina quedándose con dieciséis jugadores… Para rematarlo, el director técnico lanza un dardo contra la plantilla y Messi le contesta defendiéndose, pero a costa de otros. No le dice a Abidal que retire sus palabras contra la plantilla, sino que diga nombres. Que acuse personalmente a quienes no tienen la actitud adecuada.

Así llegamos a la situación actual. El Barça juega mal, su plantilla es ridículamente corta, está eliminado de la Copa, en Liga mira desde abajo al Madrid, y dentro de la casa hay muy mal ambiente. Y, con todo, lo más grave es que la cosa parece que sólo puede empeorar…

Es en estas circunstancias cuando la memoria culé recuerda la amenaza de Messi y desde el presidente al último aficionado se echan a temblar, pero… ¿Realmente Messi abandonará el barco? Analicémoslo

Aquí hay tres factores que tener en cuenta:

  1. Vida personal de Messi.
  2. Situación deportiva.
  3. Situación económica.

En cuanto a la vida personal de Messi. Papá Messi le trajo a Barcelona con 11 años. Desde entonces, Lionel nunca se ha movido de la ciudad condal. Allí creció, allí se convirtió en el futbolista que todos conocemos, allí se casó y allí tiene a sus hijos viviendo. El arraigo de Messi con Barcelona es muy fuerte. Es prácticamente un barcelonés de toda la vida. Así que cuesta creer que Messi abandone la ciudad donde ha construido toda su vida, si no es por un motivo verdaderamente fuerte.

En cuanto a su situación deportiva: Messi es consciente de que está en la recta final de su carrera, pero aún le faltan dos grandes objetivos por alcanzar. Lo ha ganado casi todo, a nivel individual y colectivo. Pero aún le falta un título con Argentina y superar en Champions al único jugador coetáneo que le ha hecho sombra, que es Cristiano Ronaldo. El portugués tiene 5 Champions y mientras que Messi tiene 4.

Este es el punto de vista en el que se puede intuir una posible salida de Messi: la falta de un proyecto deportivo sólido que permita intentar ganar la Champions con verdaderas posibilidades. De tal manera, sólo se iría a un club que tenga claramente más posibilidades que el propio Barça de levantar el trofeo: Y esto reduciría la lista de candidatos a la Juve en Italia, Bayern en Alemania, PSG en Francia, Manchester City y Liverpool en Inglaterra y para de contar. Messi nunca iría al Madrid. Guardiola ya ha dicho que él desea que Messi permanezca en el Barça, aunque no hacía falta que lo hiciera. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que Guardiola jamás le quitaría al Barça a su gran estrella. Así que el City tachado de la lista y nos quedamos con 4 candidatos de 4 ligas diferentes.

El tercer aspecto a tener en cuenta dijimos que era el económico. Messi cobra 50 millones y, aunque diga que el dinero no es importante, no te hacen 9 renovaciones en un equipo, ni te convierten en el mejor pagado, si el dinero no fuera importante para ti. El seguir cobrando esos 50 millones, máxime cuando Messi ve cerca la retirada y tiene que exprimir al máximo lo que le quede, es un factor determinante en todo esto.

50 millones netos suponen en torno a 100 millones brutos. Aunque esto varía entre países, tomaremos tal cifra como referencia. Ni Bayern ni Juve, que son los dos clubes con presupuestos más bajos de la lista de candidatos, parecen tener posibilidades de asumir un gasto semejante por un jugador de 33 años. Además, la Juve está pagando a Ronaldo unos 55 millones brutos. Así que aunque en Italia los impuestos sean menores que en otros sitios, Messi es inasumible. El Bayern ya ha renunciado a muchos grandes desembolsos, así que tampoco tirarán la casa por la ventana en esta ocasión.

Total, que nos quedan sólo dos candidatos: Liverpool y PSG. Si tuviera que adivinar el destino de Messi, yo me decantaría por el PSG. Aunque es cierto que el Liverpool es actualmente el mejor equipo europeo, el PSG tiene mucho potencial y, sobre todo, a Neymar. El mismo Neymar con que comenzó toda esta historia. El deseado por Messi. Respecto al Liverpool: Lo están ganando todo sin Messi. No necesitan hacer un gasto descomunal por un jugador que puede romper el equilibrio  salarial que debe haber en toda plantilla y menos teniendo en cuenta que no es un precisamente un jugador de futuro.

En conclusión: El Barça está hecho un desastre, pero no es fácil que Messi se vaya. En primer lugar, porque Messi y su familia son felices en Barcelona. En segundo lugar, porque la lista de clubes candidatos se reduce a Liverpool y a PSG. Y en el Liverpool habría dudas razonables para ficharle. Así que en caso de que Messi se marche, probablemente iría al PSG. Pero seguramente se queda.

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